Tensión en la Cachemira india tras atentado a fuerzas de seguridad

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Srinagar (India), 15 feb (EFE).- Las autoridades indias impusieron hoy restricciones al movimiento y a la reunión en la Cachemira india por la tensión y las llamadas a protestar por el ataque de ayer con bomba contra las fuerzas de seguridad en el que murieron 42 policías, el más mortífero en tres décadas de conflicto.

"El juez de distrito de Jammu ha ordenado la imposición de un toque de queda en toda la ciudad de Jammu para mantener la ley, el orden y la tranquilidad pública", según una orden judicial.

Las autoridades también han cortado Internet en todo el distrito, de mayoría hindú a diferencia de la mitad cachemir del estado de Jammu & Cachemira, la única dominada por musulmanes del país.

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Jammu, capital de invierno del estado, despertó hoy paralizada por una huelga lanzada por la asociación de comerciantes local y con el apoyo de la asociación de abogados, en protesta por el atentado ocurrido ayer a unos 20 kilómetros de la capital de verano, Srinagar.

Un atacante suicida detonó un vehículo cargado de explosivos al paso de un convoy formado por autobuses de la Fuerza Central de Policía de Reserva (CRPF), acabando con la vida de al menos 42 personas, según el último balance proporcionado a Efe por una fuente de la sala de control de la Policía de Srinagar, que pidió el anonimato.

Jammu vivió escenas de tensión en la zona de Gujjar Nagar, habitada mayoritariamente por musulmanes, en la que "muchos vehículos fueron destrozados y quemados", afirmó a Efe un testigo.

"Elementos antinacionales están intentando perturbar la armonía en Jammu", afirmó a los medios locales el Inspector General de la Policía del distrito, M.K. Sinha.

Un responsable policial del distrito de Pulwama afirmó a Efe que las autoridades han reforzado la presencia policial en Kakapora, el pueblo natal del terrorista suicida que llevó a cabo el ataque, Aadil Ahmad, a donde han acudido desde ayer miles de personas en señal de apoyo.

Habitantes de la zona confirmaron a Efe la presencia de un fuerte dispositivo de seguridad, pero afirmaron que sigue llegando gente a la casa de Ahmad para rendirle homenaje.

"Pasan tiempo con la familia, rezan y se van", señaló un testigo.

Por su parte los principales líderes separatistas de la región lamentaron "cualquier asesinato que se produzca" en Cachemira, en un comunicado conjunto firmado por Syed Ali Geelani, Mirwaiz Umar Farooq y Yasin Malik.

La militarización y la política de mano dura de Nueva Delhi "para aplastar las legítimas aspiraciones políticas de la gente no solo han fallado, han empeorado la situación", afirmaron los separatistas.

Fuera de Cachemira, el atentado ha provocado protestas en varias ciudades indias en apoyo a las víctimas como Nueva Delhi, donde se llegaron a celebrar tres manifestaciones diferentes, así como la condena de países como Estados Unidos, Rusia o China.

Cachemira, uno de los territorios más militarizados del mundo, es objeto de litigio por Pakistán y la India, que han librado por este territorio dos guerras y numerosos conflictos bélicos menores.

La actividad insurgente de grupos independentistas en la región estalló en 1989, una rebelión armada en curso contra el Gobierno de Nueva Delhi que se ha cobrado hasta ahora alrededor de 75.000 muertos, en su mayoría civiles.