La vanidad le costó la vida a una mujer de Hong Kong que falleció a la edad de 52 años tras recibir un tratamiento de bótox en una clínica estética, según reportó el diario hongkonés South Morning Post.
Este es el tercer caso reportado en menos de un mes en China, el medio oriental notificó que el personal de la clínica dio aviso alrededor de las 5 de la tarde de este domingo, ya que la mujer que respondía al apellido de Cheung se desmayó tras iniciar el tratamiento con bótox.
Cheung fue trasladada en estado crítico al hospital Queen Elizabeth, lugar donde se debatió entre la vida y la muerte por más de diez horas, médicos reportaron que la causa de muerte fue una sobredosis provocada por un exceso de dicho tratamiento de belleza.
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La policía estatal reportó a la versión digital del medio de comunicación que la mujer recibió más de dieciséis inyecciones de bótox, distribuidas en la mandíbula, mentón y la frente; y la clínica que aún no se ha pronunciado al respecto.
Elementos policiales detuvieron al cirujano plástico, Franklin Li Wi-pong, de 86 años de edad, quien es el presunto responsable del deceso, el veterano tuvo varias contradicciones al intentar explicar los hechos a las autoridades, destacó Infobae.
En su primera versión declaró ante la policía que la mujer llegó a la clínica sin cita previa con un problema respiratorio asociado a un problema de asma que padecía, y posteriormente cambió su versión en la que reconoció que acudió a una cita para inyectarse el tratamiento y que habría presentado dificultades médicas.
En el 2003 Li se vio involucrado en el caso de una muerte de un paciente de 70 años que colapsó a causa de una liposucción. Los forenses concluyeron que el deceso fue resultado de una operación, por lo que el cirujano tuvo que ser cesado de su quehacer médico durante varios meses.
La toxina botulínica, conocida como bótox, es una neurotoxina utilizada también en el tratamiento de algunas enfermedades neurológicas, y se le ha dado uso como un producto cosmético para eliminar arrugas faciales y líneas de expresión.
Pero en altas dosis, puede provocar una parálisis muscular progresiva, además de dificultades para respirar y en casos más graves, la muerte.
Asimismo, el pasado primero de noviembre se notificó que una mujer de 41 años enfermó en el mismo país tras realizarse un tratamiento casero de esta toxina, lo cual provocó debilidad muscular, ardor en la garganta y problemas para engullir alimentos y bebidas.
El día 2 de este mes, una joven de apenas 24 años ingresó también al nosocomio Queen Elizabeth al recibir una inyección de la neurotoxina, que le provocó una reacción alérgica que desató nauseas, mareos y problemas respiratorios, según reportó el mismo medio asiático.
