PERTH, Australia (AP) – Un hombre de 74 años con cáncer en fase terminal dijo el jueves que puede morir tranquilo tras cerrar un acuerdo histórico judicial de dólares australianos (727,000 dólares) con una orden religiosa católica en Australia por los abusos que sufrió hace más de 50 años.
Estaba previsto que Paul Bradshaw declarase el jueves en la corte del distrito del estado de Australia Occidental por los malos tratos que recibió en los orfanatos Castledare Junior y Clontarf, gestionados por la orden irlandesa Hermanos Cristianos.
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En su lugar, se ha alcanzado un acuerdo con los administradores de la orden por los abusos que sufrió por la parte de tres años que ya están muertos.
Bradshaw es la primera víctima que reclama una indemnización por este motivo en base a una ley que entró en vigencia recientemente en el estado y que aún no se ha formalizado.
En el exterior de la corte, Braddhaw se enojó al parecer por la lucha durante los 60 años y dijo que se había aliviado porque su familia podía recibir la compensación. Los médicos que han dejado atrás seis meses de vida, añadió.
"Viví en la calle la mayor parte de mi vida y no quiero que ellos pasen por lo mismo que yo", dijo a reporteros. "Solo espero que ahora que se ha resuelto pueda pasar mis seis meses en paz".
La Iglesia Católica se convirtió en la primera institución no gubernamental en comprometerse con un plan nacional de 3.800 millones de dólares australianos (2.900 millones de dólares) para reparar las víctimas de abusos sexuales a menores cometidos durante décadas en instituciones del país.
