Dieciséis muertos en el naufragio de un barco de rohinyás en Bangladés

Los guardacostas de Bangladés hallaron el jueves los cuerpos sin vida de 16 rohinyás, entre los que había numerosos niños, después de que su barco hubiera naufragado en un río mientras huían de los enfrentamientos en Birmania.

Al menos 18.500 miembros de esta minoría musulmana, perseguida en Birmania, encontraron refugio en el vecino Bangladés en la última semana, tras un recrudecimiento de los combates entre el ejército birmano y los rebeldes

Numerosos rohinyás arriesgan su vida en barcazas improvisadas con las que tratan de cruzar el río Naf, que marca una frontera natural entre Birmania y el extremo sureste de Bangladés. El caudal de este río puede ser particularmente caprichoso durante el periodo actual del monzón.  

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El miércoles, se encontraron los cuerpos de dos mujeres y dos niños después de que su barco hubiera naufragado. Una tragedia que se repitió el jueves con otra embarcación

"Hemos hallado 16 cuerpos en la orilla esta mañana", declaró a la AFP Nurul Amin, un responsable local. 

Más de 400.000 refugiados rohinyás se encuentran en Bangladés tras haber huido de otras oleadas de violencia en el pasado. La nación, de mayoría musulmana, no ve estas llegadas con buenos ojos y ha fortificado su frontera.

Considerados extranjeros en Birmania, el 90% de cuya población es budista, los rohinyás son apátridas pese a que algunas familias lleven en el país desde hace varias generaciones. 

No tienen acceso al mercado de trabajo ni a las escuelas ni hospitales y el auge del nacionalismo budista de estos últimos años ha atizado la violencia contra ellos. 

 

En contexto

Birmania eleva a 89 los muertos en el ataque de rebeldes rohinyá

Las autoridades de Birmania (Myanmar) elevaron a 89 el número de muertos en los ataques que rebeldes de la minoría musulmana rohinyá hicieron contra puestos de la policía y el Ejército.

Los muertos son 77 insurgentes, 10 policías, un soldado y un guardia fronterizo, según indicó el diario Global New Light of Myanmar, que añadió que otros 11 miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos.

Los ataques comenzaron en la madrugada del viernes y duraron hasta avanzada la mañana, con asaltos a unos treinta controles de la Policía, puestos fronterizos y militares en los municipios de Maungtaw, Buthidaung y Yathedaung, en la frontera con Bangladesh.

Los insurgentes atacaron armados con cuchillos, machetes, hachas, tirachinas y otras armas caseras, según imágenes del armamento incautado divulgadas por las Fuerzas Armadas.

La oficina de la Consejera de Estado, la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, calificó a los asaltantes de "terroristas" y denunció que los ataques pretendían "socavar los esfuerzos en aras de la paz, la estabilidad y la coexistencia de las comunidades locales".