Historia del niño británico que compartió vacaciones con Messi

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El pequeño Mackenzie O'Neill cumplió el sueño de cualquier fanático del fútbol que hay en el planeta: compartir un partido con Lionel Messi. Así de sencillo y así de contundente fue el momento que vivió el niño británico de 11 años en medio de sus vacaciones en unas paradisíacas islas caribeñas.

"La familia Messi estaba en la misma playa todos los días. El padre de Messi (Jorge) organizó un partido como un gesto para todos los que estábamos ahí. Mackenzie fue invitado a jugar. Él estaba tan emocionado que corría en círculos incluso antes del juego", relató la madre del joven Anna O'Neill a Infobae.

El hecho ocurrió el 14 de julio pasado en las arenas del Jumby Bay Island, un exclusivo hotel ubicado en una isla privada ubicada en Antigua y situada a 2 kilómetros y medio de la bahía Dutchman Bay. Sin embargo, lo más particular es que Anna no había escuchado jamás del hombre que estaba jugando su hijo: "No tenía idea de quién era él. Mi hijo me dijo que Messi estaba en el hotel y se lo conté a mi hermano Nick: "¡Anna, él es el mejor jugador de todos los tiempos!". Entonces lo busqué en Google".

El momento se viralizó en las redes sociales a raíz de un video que la propia Anna grabó. Aquellos pocos segundos filmados y una foto son todo el recuerdo de un momento mágico, ya que prefirió no molestarlos porque sentía "que estaba metiéndome en la privacidad de Messi".

Allí se ve que Leo comparte equipo con Thiago, su hijo mayor (6 años), contra otro equipo formado por Mackenzie y otros dos muchachos: "Él fue invitado y otro niño de la playa se unió. Messi no quería jugar con adultos o niños más grandes. Creo que estaba más cómodo acompañando a Thiago a jugar con niños de su edad. Esa tarde fue emocionante. Pude ver que Messi estaba feliz de ver a su hijo jugando como cualquier niño normal en la playa con otro niño".

Mientras su hijo se transforma en una celebridad en el Reino Unido y es perseguido por distintos medios para contar sus días como amigo de la familia Messi durante las vacaciones, Anna recuerda que a partir de ese encuentro en la playa se cruzaron varios días más con el futbolista y su familia.

"Un día Mackenzie nadó hasta una boya en el mar donde estaban Messi, su esposa y su hijo. Nadaron y estuvieron 20 minutos charlando sobre fútbol, pero su esposa tuvo que traducir porque Messi no habla inglés. Él entiende lo que le dicen, pero no lo habla", detalló.

El padre de Mackenzie murió hace dos años y él heredó la pasión por el Manchester United. Conocer al plantel de los "Diablos Rojos" y defender el arco de ese club algún día es el sueño que ahora le queda pendiente. "Estoy muy feliz por mi hijo y creo que Messi también está feliz de haberlo conocido porque Mackenzie es un niño muy agradable que busca tener una carrera como arquero algún día", destacó.

La ciudad de Canterbury, ubicada a una hora y media de Londres, se revolucionó durante los últimos días. Todos quieren saber de la historia del joven de 11 años que se transformó en amigo del heredero mayor de la dinastía Messi: "Jugó con Thiago hasta el último día de las vacaciones de Messi. Mackenzie le quiso dar la pelota a Thiago, pero le dijo que él debía guardarla. Mi hijo más chico incluso se arrastró en un momento y tomó una pelota que era de la familia Messi. Fue un momento divertido. Luego se despidieron; Messi y Antonela también le hicieron un saludo encantador".

Thiago disfrutó en compañía de su familia las vacaciones y sumó nuevos amigos. Quizás pudo ser por un rato simplemente Thiago, el chiquito de seis años que sólo quiere jugar y no cargar con el peso del apellido como contó su padre en la entrevista que brindó antes de la Copa América: "A veces llega de la escuela y me dice 'Yo quiero que me llamen Thiago solo; yo no soy Messi, yo soy Thiago sólo".