La maldición del campeón volvió a cumplirse, Alemania esta fuera de Rusia

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La maldición del campeón volvió a cumplirse otra vez como bien saben en Italia y España. Alemania, que sólo tenía que ganar a Corea del Sur para seguir viva en el Mundial de Rusia tras la victoria de Suecia, sucumbió con estrépito (2-0), de manera grotesca y se marcha para casa a las primeras de cambio, como no le pasaba desde los años 30, cuando ni siquiera el campeonato tenía este formato. Había jugado como mínimo las cuatro últimas semifinales. El milagro de Kroos ante Suecia no tuvo continuidad porque la épica no siempre funciona. A la selección de Low, que cambió de nuevo su once, le faltó fútbol y una pizca de carácter. El rigor del campeonato, implacable con los grandes, hizo el resto. Es una de las grandes sorpresas de la historia de los Mundiales.

Alemania se podía mirar en el espejo de España. Tuvo empuje, controló la situación, llegó una y mil veces, pero no dispuso de demasiadas referencias arriba y sus rivales siempre se las apañan para herirles con un tirachinas, con lo mínimo. En el partido en el que estaba en juego su supervivencia, la selección de Low fue fiel a su deambular en el Mundial. Quiere y no puede, salvo en el arrebato orgulloso de la remontada ante Suecia. Alemania anda apurada en la misma medida en la que Ozil no termina de aparecer.

 

El centrocampista alemán, que había sido suplente ante Suecia, empezó el partido del Kazan Stadium a buen nivel, algo picado tras recuperar la titularidad, con mucha movilidad. Participando. Pero su inicio decente apenas tuvo continuidad. Y sin Ozil, la campeona del mundo tiene un problema mayúsculo de fútbol a pesar del criterio de Kroos. Corea fue lo que es. Intensa, física y briosa, una máquina de correr y hacer faltas. Se dejó llevar por el domino alemán para terminar dando un par de sustos en la portería de Neuer. El primero fue en una falta en la que el portero del Bayern se perfiló mal para atajar la falta sacada por Jung. El segundo fue un disparo de Son en el área que salió por encima del larguero. No hay recuerdos de ninguna jugada similar en las inmediaciones de Jo, el portero coreano.

En el minuto 49, Suecia marcó ante México y eso dejaba a Alemania fuera del Mundial. En la agonía, la selección de Low reaccionó muy bien. Pero sólo durante 10 minutos. Después comenzó a exponerse mucho en defensa y buscó desesperadamente a Gómez, otra vez el flotador al que se agarró Low cuando comenzaba a ahogarse. Alemania no tuvo demasiadas ideas y cuando acarició alguna opción de marcar, en un cabezazo de Goretzka, estaba Jo.

Alemania jugó hasta el final en el alambre. Sin red. Y se estrelló. Corea le perdonaba la vida en cada contragolpe. No le quedaba otra. Murió así. Buscando el gol en cada jugado, pero a lo loco. Se le fue la cabeza. La tuvo Hummels, tras un gran centro de Ozil, pero remató con el hombro. En el descuento, Corea obtuvo el premio y castigó la incompetencia alemana. Primero marcó Kim, en una jugada que necesitó del VAR y después, con Neuer buscando el gol en el otro área, Son sentenció. Catastrófica Alemania, última de su grupo. El desplome de un campeón