Salah reta la supremacía de Ronaldo

Champions

Para variar en una final de la Liga de Campeones, Cristiano Ronaldo no acaparará todos los reflectores.

Mientras el astro portugués busca levantar su quinta Copa de Europa, y la cuarta con el Real Madrid, Mohamed Salah va por la primera. El delantero egipcio de Liverpool busca conquista el primer gran título de su carrera.

Una consagración en el Estadio Olímpico de Kiev sería el punto culminante de un sensacional debut en Liverpool para Salah. Una temporada en la que no desperdició su segunda oportunidad con un club de la Liga Premier tras un decepcionante paso con Chelsea.

Tanto ha sido el impacto de Salah que ahora se le considera como una seria amenaza a la década de supremacía por el Balón de Oro entre Cristiano y Lionel Messi del Barcelona.

"Lo he hablado con Mo… si ganamos, está claro que es uno de los candidatos”, dijo el zaguero de Liverpool Dejan Lovren. “Tiene la calidad y la experiencia de clase mundial. Tiene mucho temple, un hombre humilde”.

Aunque no tiene la personalidad ostentosa de Cristiano, y muestra un estilo de vida más austero en las redes sociales, el “Faraón Egipto” ha sabido sacarle provecho a su atractivo comercial. En semanas recientes, Salah ha estado en ruedas de prensa para promocionar una compañía de telefonía móvil, una firma de logística y un servicio de taxi.

En 2014, cuando Cristiano disputó la primera de sus cuatro finales de la Liga de Campeones con el Madrid, Salah apenas completaba el primero de sus cinco primeros meses en Chelsea.

Salah nunca pudo establecerse y el club de Londres le dejó partir tras disputar apenas 13 partidos con el técnico José Mourinho. Tampoco pudo despegar con la Roma en Italia y Liverpool apareció el año pasado para llevárselo.

Pocos se hubieran imaginado el impacto de Salah, cargando a los cinco veces campeones de Europa a su primera final de la Champions en 11 años. Ha anotado 11 goles en esta edición, una cosecha que comenzó en la fase previa que disputaron contra el Hoffenheim alemán. Cristiano eclipsó a Salah en el torneo, con 15 goles marcados desde la fase de grupos.

Pero tanto Salah como Cristiano llegan igualados con 44 goles en todas las competiciones previo a la final. La efectividad del luso de 33 años es asombrosa al precisar de 43 partidos para facturar sus tantos. Salah, ocho años más joven, disputó ocho partidos más que Cristiano.

“Es el mejor y lo demuestra cada año”, proclamó el técnico del Madrid Zinedine Zidane sobre Cristiano.

Y Europa es el jardín particular de Cristiano. Es el goleador histórico de la Champions, con 120 dianas. Y el Madrid saldrá en procura de ampliar a 13 su récord de títulos en la competición.

“Con este club, no puedes estar conforme, y menos en esta competición”, dijo Cristiano. “Eso me encanta porque me motiva mucho”.

Aunque el Madrid y Liverpool pugnan por el máximo trofeo a nivel de clubes, ambos quedaron muy distantes de los campeones de sus torneos domésticos.

El tercer puesto en la Premier constituyó un avance para Liverpool con su técnico Juergen Klopp, quien previamente había quedado sexto, octavo y cuarto.

Pero el Madrid retrocedió en la Liga al ceder su título al Barcelona con un magro tercero puesto. Pero la Champions es el torneo en que los merengues no dan tregua: monarcas en tres de las últimas cuatro ediciones y el primer club en revalidar el título con el actual formato, vigente desde 1992.

“Detrás de eso hay mucho trabajo, no sólo mío. También de los jugadores”, comentó Zidane sobre la posibilidad de alzar la orejona por tercera vez seguida. “Es lo que tiene este club. Cuando te gusta competir, trabajando, puedes llegar a hacer lo que estamos haciendo. Lo vivo con normalidad”.

Klopp quiere poner fin a una racha de cinco derrotas en finales de copa, incluyendo la final de la Liga de Campeones de 2013 ante el Bayern Múnich cuando era el entrenador del Borussia Dortmund.

“Sé cómo perdí esas finales, no me cambió la vida”, dijo Klopp, dos veces campeón de la Bundesliga con el Dortmund. “No es algo que al levantar cada mañana me pone a pensar, ‘vaya, se me fue una gran oportunidad”.