El este de España está siendo azotado por lluvias intensas y atípicas para el mes de junio, provocando inundaciones en varias ciudades. Las calles se han transformado en ríos y los coches son arrastrados por las corrientes de agua, causando caos y preocupación entre los residentes.
Tormentas más que torrenciales ya han hecho serios agravios en varios puntos de la península como Murcia, Alicante o Barcelona.
Lluvias y granizo desde Cataluña hasta la Región de Murcia. Allí es donde está descargando con más fuerza las precipitaciones, hasta el punto de registrar hasta 50 litros por metro cuadrado en tan solo 20 minutos.
Uno de los puntos calientes de esta jornada ha sido Molina de Segura. Sus calles han sido apoderadas por el agua, por las que no se puede transitar; llegando incluso a atrapar a varios vecinos de la localidad que se han visto obligados a aguardar hasta que las precipitaciones cesaran.
Lluvias torrenciales, destrucción y caos en España
Según lo que han informado las autoridades locales, varios conductores han quedado atrapados en sus coches en Molina de Segura. De hecho han destacado la maniobra de los bomberos para salvar a una mujer y un niño que estaban dentro de un coche que estaba siendo arrastrado por las precipitaciones.
Molina de Segura no ha sido la única localidad de Murcia que han notificado un reventón húmedo, sino que Torres de Cotillas ha sido el municipio más afectado. Es tal la gravedad del asunto que el 112 ha tenido que hacer frente a un total de 420 asuntos relacionados con las lluvias torrenciales, siendo los municipios con mayor número Murcia (222 asuntos), Las Torres de Cotillas (36) y Molina de Segura (21).
Según lo que informan las autoridades a laSexta, hay muchas personas que se han quedado atrapadas en sus trabajos o en sus casas; porque la fuerza del agua les impedía salir.
La provincia de Alicante es otra de las zonas con serios problemas. La A-31 a la altura entre la localidad alicantina de La Encina y la albaceteña de Caudete ha sido cortada debido a las precipitaciones que impedían la circulación de los coches durante prácticamente todo el día.
