¡Fin a la farsa! El «estafador del amor» tras las rejas en Barcelona

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Foto: ¡Fin a la farsa! El "estafador del amor" tras las rejas en Barcelona ¡Fin a la farsa! El "estafador del amor" tras las rejas en Barcelona/Cortesía

Siete años y medio después de que se abriera el primer expediente criminal en su contra, Alberto Cavallé, conocido como el ‘estafador del amor’ en Barcelona; finalmente ingresó a prisión el pasado lunes, según informó El Periódico.

La Audiencia había ordenado su encarcelamiento en junio, pero Cavallé permaneció prófugo hasta diciembre, cuando decidió entregarse en el centro penitenciario de Lledoners; acompañado de su abogado. Esta decisión llevó a su arresto y posterior ingreso a prisión.

El ‘estafador del amor’ fue condenado a cumplir dos años y tres meses de prisión por estafar 68,500 euros a seis mujeres.

La venta de falsas historias sentimentales y financieras fue su estrategia, aprovechándose de la confianza de sus víctimas. La Audiencia de Barcelona había tomado la decisión de encarcelarlo como parte de las consecuencias legales de sus acciones fraudulentas.

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Foto: ¡Fin a la farsa! El «estafador del amor» tras las rejas en Barcelona ¡Fin a la farsa!/Cortesía

El estafador del amor de la mentira al encierro

Una de las víctimas, que lo conoció en la aplicación de citas ‘Badoo’ en mayo de 2017, relató que Cavallé se presentó como un cirujano de renombre, hijo del propietario de la clínica Planas de Barcelona, y utilizó historias sobre cuentas en Panamá y viajes frecuentes a ese país para ganar la confianza.

Bajo la falsa premisa de estar afectado por los ‘papeles de Panamá’ y tener grandes sumas de dinero bloqueado, convenció a la mujer para que le prestara 51,000 euros. A pesar de sus promesas y documentos firmados, Cavallé desapareció sin devolver el dinero.

El ‘estafador del amor’ reveló que prefería buscar nuevas víctimas en aplicaciones de citas como Tinder y Badoo. Adoptaba distintas identidades, haciéndose pasar por abogado, inversor, cirujano o incluso hijo de millonarios dueños de una clínica en Barcelona.

El ingreso a prisión marca el fin de su reinado delictivo, pero deja una estela de desconfianza y engaños entre quienes confiaron en sus ficticias promesas sentimentales y financieras.