La crisis del costo de vida en Reino Unido está obligando a muchos a tomar decisiones dolorosas, como entregar a sus mascotas a refugios porque ya no pueden hacerse cargo de ellas.
En el oeste de Londres, el personal del refugio Mayhew ve cada vez más animales que llegan acompañados de historias humanas marcadas por la desesperación. Sus antiguos dueños, agobiados por los gastos; acuden al centro como último recurso.
Tras la pandemia y con el conflicto en Europa agravando la situación, la inflación afectó de manera severa a los hogares británicos. Aunque los niveles generales de precios se han moderado, artículos como el alimento para mascotas siguen costando alrededor de un 25% más que antes.
Esta presión ha afectado a muchos dueños que, según el centro Mayhew; se sienten «avergonzados y frustrados» por tener que renunciar a sus animales.

Abandonan a sus mascotas en Reino Unido
El impacto se extiende por todo Reino Unido. Solo en los primeros meses de 2025, la RSPCA recibió más de 5.700 alertas por abandonos, un alarmante incremento respecto al año anterior. En total, en 2024 se registraron 22.500 casos; lo que refleja una creciente incapacidad de las personas para mantener a sus mascotas en medio de la crisis.
Además del abandono, los refugios notan un deterioro general en la salud de los animales que llegan. Muchos presentan problemas médicos derivados de la falta de atención veterinaria, como el caso de Felix, un gato de nueve años con serios problemas dentales.
Según los responsables del refugio, estos casos son cada vez más comunes y responden al alto coste de los tratamientos.
A pesar de sus limitaciones, centros como Mayhew intentan aliviar la situación proporcionando alimentos o servicios preventivos gratuitos. Sin embargo, la demanda supera sus capacidades. «Estamos desbordados», admite una trabajadora.
En un Reino Unido que tradicionalmente ama a sus mascotas, tener que separarse de ellas por motivos económicos es una tragedia diaria que no deja de crecer.