Caso Madeleine: Investigan a sospechoso por la desaparición de otro niño

Christian Brueckner, el sospechoso del caso de Madeleine McCann, es ahora investigado por la Policía de los Países Bajos en torno a la desaparición de otro niño en 1995. Se trata de Jair Soares, de siete años, quien fue visto por última vez en una playa de ese país, cerca de la ciudad de Monster.

Los oficiales neerlandeses creen hay algunas semejanzas entre los dos casos, por lo que han solicitado el apoyo de sus homólogos alemanes para determinar si Brueckner podría estar involucrado también en ese hecho.

 

Jair fue a comprar papas fritas en momentos en que sus padres se habían ausentado del lugar donde estaban pasando sus vacaciones. Al regresar ellos, el niño había desaparecido. La posibilidad de un vínculo entre los casos de Soares y McCann se planteó por primera vez el mes pasado.

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Un portavoz de la Policía de Países Bajos confirmó que la intención de intercambiar información con Alemania ya se tradujo en la presentación de un expediente. "Significa que investigamos si hay similitudes entre los casos. Así que buscamos pistas que los conecten", agregó el vocero, citado por DailyMail.

Los agentes tratarán de rastrear los movimientos del sospechoso en aquella época, para determinar si estuvo en la zona donde Jair desapareció. Se piensa que Brueckner podría ser el responsable de otras desapariciones y asesinatos de menores.

Otras desapariciones 

Peggy Knobloch, de 9 años, desapareció en 2001 cuando volvía a casa del colegio. Sus restos fueron encontrados en 2016 en un bosque de Lichtenberg, en el estado alemán de Baviera.

Carola Titze, de 16 años, salió a caminar por una playa de Bélgica en 1996 y jamás volvió. Una semana después, las autoridades encontraron su cuerpo gravemente mutilado.

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René Hasse, de 6 años, desapareció en una playa del Algarve (Portugal) en 1996. El niño estaba corriendo hacia el mar antes de que su madre lo perdiera de vista para siempre. Su ropa fue encontrada más tarde en el agua.

Inga Gehricke, de 5 años, desapareció en 2015 durante una excursión familiar por el bosque de Wilhelmshof (Alemania).