El hombre que secuestró un autobús en Lutsk es acusado de terrorismo

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Moscú, 22 jul (EFE).- El hombre que secuestró este martes durante más de 12 horas un autobús con 13 pasajeros en la ciudad de Lutsk, en el noroeste de Ucrania, ha sido acusado de terrorismo, toma de rehenes y posesión ilegal de armas.

"El terrorista que se hacía llamar Maxim Plojói (el Malo) y que secuestró un autobús con 13 pasajeros en Lutsk el 21 de julio se encuentra en prisión y ha sido acusado de terrorismo, toma de rehenes y posesión ilegal de armas, granadas y explosivos", señaló hoy el viceministro de Interior, Antón Gerashchenko, en el canal de televisión "1+1".

La pena máxima por estos cargos es la cadena perpetua, de acuerdo con el viceministro.

El hombre, identificado como Maxim Krivosh, de 44 años, ciudadano ucraniano oriundo de la región rusa de Orenburgo y fue condenado en dos ocasiones a 10 años de prisión en total por una serie de delitos graves.

 

Además, un residente de Járkov fue detenido por complicidad a la hora de organizar un atentado terrorista y accedió a cooperar con la investigación, según Interior.

Gerashchenko explicó que la Policía identificó a Krivosh en 15 minutos y recopiló un perfil psicológico de él.

"Se podía esperar cualquier cosa de él. Tenía armas e incluso lo demostró al disparar por las ventanas", añadió.

Por ello, sostuvo, fue imposible asumir riesgos y el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, grabó un vídeo que colgó en las redes sociales instando a la gente a ver el documental "Terrícolas" sobre la explotación de los animales, una de las exigencias del secuestrador junto a la de que una serie de políticos publicasen un vídeo en el que reconociesen que son "terroristas legales":

Ese vídeo de Zelenski hizo que el hombre se rindiera y liberara a los rehenes, indicó Gerashchenko sobre el debate que ha provocado la decisión del presidente ucraniano de hablar con un terrorista.

El propio mandatario relató hoy que habló con Krivosh de 7 a 10 minutos y que tuvo que interrumpir varias veces su reunión con la presidenta de la Confederación Helvética, Simonetta Sommaruga, para atender la situación.