Le sacan un pepino del ano, pero dice que fue porque se tragó una semilla

espana

Un habitante de Huelva, ciudad portuaria del suroeste de España, ingresó al Servicio de Urgencias del hospital Juan Ramón Jiménez de la capital andaluza aquejado de estreñimiento y fuertes dolores en la zona anal. 

Tras una breve exploración, se procedió sin perder ni un minuto más en la extracción del recto del paciente de un pepino de casi medio kilo de peso, que era el causante de tan dolorosa situación.

Una vez despertado de la anestesia, y preguntado por el origen del vegetal, el hombre no paraba de afirmar que no tenía ni idea de cómo había llegado aquello allí, afirmando que él tomaba con asiduidad ensaladas y gazpacho, que lo mismo alguna semilla se le quedó en el aparato digestivo y de ahí nació la hortaliza.

“Tiene que haber sido eso, porque yo por ahí no me meto ni supositorios, que mi médico ya sabe que no me los puede mandar del miedo que me dan”, no paraba de repetir el operado. 

 

Por su parte, el jefe del equipo médico que lo atendió nos comentó que es “prácticamente imposible que esto se de, y en caso de que creciera algo así en el interior del paciente, todavía quedaría por explicar cómo es que estaba dentro de un condón”.

El suceso ocurrió a mediados de abril de este año.

Pero otro caso que escandalizó los titulares de los medios de comunicación sucedió en Estados Unidos para julio de este mismo año. 

La desopilante historia de Fredy Alanis, un joven de 19 años de edad, se volvió viral en las redes sociales. Lo que comenzó como un encuentro amoroso entre dos hombres casi acaba en tragedia.

Alanis y su amante se conocieron a través de una aplicación de citas para gays y se encontraron para tener sexo. Luego, cada uno se fue para su casa.

Una vez en su hogar, Fredy sintió molestias en el pecho. Los dolores lo despertaron en el medio de la noche y no tuvo alternativa que contarle todo a su mamá.

Una vez en el hospital, el joven fue revisado y los médicos concluyeron que tenía una lesión en las vías respiratorias.

Si bien al principio el muchacho intentó idear una explicación, terminó confesando la verdad: le había practicado sexo oral a un hombre con el pene excesivamente grande.