Desarticulada la mayor red de tráfico de personas en el Estrecho de Gibraltar

La Policía española, en colaboración con autoridades de otros países, ha desmantelado totalmente el grupo responsable de la mayoría del tráfico de personas en pateras en el Estrecho de Gibraltar al detener a su responsable en Italia.

Según informó la Dirección General de la Policía, culmina así una investigación desarrollada durante dos años, en la que fueron detenidas once personas en España, Marruecos e Italia y liberadas 36 víctimas.

Italia detiene a un mafioso que permanecía prófugo desde hace 23 años

Agentes españoles, coordinados con policías de Marruecos, Austria e Italia, arrestaron en este último país al responsable de la estructura delictiva allí, y encargado de alojar a la víctimas antes de llevarlas a España.

Se trata de una operación contra una de las importantes organizaciones criminales especializadas en el tráfico y trata de seres humanos, que controlaba casi por completo la ruta migratoria por mar entre el norte de Marruecos y la Península Ibérica.

Esta red gestionaba la mayoría de las pateras que llegaron a España por el Estrecho de Gibraltar desde el año 2008.

El arrestado ahora se encargaba de establecer una base sólida y estable para alojar a las mujeres captadas en sus países de origen.

Una vez que las víctimas llegaban a Italia, se alojaban en campos de refugiados, de donde el detenido las sacaba y alojaba en los pisos de que disponía antes de un traslado rápido a España.

Posteriormente, viajaba con ellas y las entregaba a los tratantes personalmente para comenzar a amortizar el dinero gastado en el desplazamiento lo antes posible. EFE

Contexto

Nicaragüenses son explotadas y sometidas a abortar en España

La policía española anunció a inicios del mes de mayo el arresto de quince personas acusadas de introducir mujeres nicaragüenses en el país para explotarlas como empleadas domésticas y prostitutas, así como de practicarles abortos ilegales cuando quedan embarazadas.

Las personas detenidas son cuatro hombres y once mujeres de entre 28 y 56 años procedentes de Guinea, Marruecos, Bélgica, Nicaragua, Bolivia y España, acusados de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, tráfico ilegal de mano de obra, aborto ilegal, entre otros, señala la policía en un comunicado.

Dos hermanas nicaragüenses afincadas en la región de Murcia (sureste) eran las encargadas de captar a las víctimas cuando viajaban a su país, informa este comunicado.

Las víctimas vivían todas en un mismo pueblo y algunas incluso tenían parentesco con sus explotadoras. Todas ellas tenían cargas familiares y una precaria situación económica, afirma la policía