Rusia introduce penas de prisión por inducir al suicidio

La Duma Estatal de Rusia ha aprobado este miércoles en segunda lectura un paquete de leyes que establecen responsabilidad penal por inducir a menores al suicidio, crear 'grupos de la muerte' en las redes sociales o incitar a menores a participar en juegos mortales, con una pena máxima de prisión de hasta seis años, informa la agencia RIA Novosti.

El proyecto de ley introduce la responsabilidad penal por la organización de actividades dirigidas a la incitación al suicidio difundiendo información sobre cómo cometerlo, así como por inducir, instigar o ayudar al suicidio.

Hallan un taller para la fabricación de explosivos en casa del atacante de Mánchester

La responsabilidad penal recaerá tanto sobre los organizadores de tales actividades en Internet y en la vida real como sobre aquellas personas que inciten o faciliten la comisión de un suicidio.

El nuevo proyecto de ley incluye también un aumento de la pena de prisión de hasta ocho años si el delito se comete contra menores de edad, mujeres embarazadas, personas con discapacidad o a grupos de dos o más personas.

 

Autor del atentado de Mánchester era parte de una célula

El autor del atentado de Mánchester del lunes por la noche no actuó solo y era parte de una célula, dijo este miércoles la policía, confirmando una sospecha ya expresada por las autoridades.

"Está claro que estamos investigando una célula", dijo a la prensa el comandante de la policía de Mánchester, Ian Hopkins, cuando le preguntaron si estaban buscando específicamente al hombre que fabricó la bomba que mató a 22 personas e hirió a 59.

El discreto muchacho de origen libio que se volvió contra Mánchester

Salman Adebi era un británico que transitó por la vida sin hacer mucho ruido hasta la matanza de Mánchester, que presuntamente perpetró tras viajar a la Libia de sus padres.

"Era alguien que los servicios de inteligencia conocían y estoy segura de que cuando esta investigación concluya sabremos más", dijo la ministra de Interior, Amber Rudd.

Abedi tenía 22 años cuando murió el lunes por la noche en el pabellón Mánchester Arena de la ciudad del noroeste de Inglaterra, al detonar una bomba que mató a 22 personas e hirió a 59 justo después de un concierto de Ariana Grande.

Un par de fotos suyas difundidas por la prensa británica le muestran barbilampiño, con unos párpados grandes y caídos que empequeñecen sus ojos.   Nació en el seno de una familia muy religiosa, venida de Libia, y, según el Financial Times, se radicalizó en los últimos años.