Penitentes encapuchados dan la nota en Semana Santa española

MADRID (AP) — Con capirotes cubriéndoles la cara y vestidos con túnicas monacales, los nazarenos o penitentes son una inquietante e impresionante presencia en las procesiones de la popular Semana Santa española, mientras desfilan en silencio o al son de los tambores y cornetas.

Aunque ya no es el feudo del catolicismo que fue en su día, España no ha perdido ninguna de sus fervorosas celebraciones religiosas, y la Semana Santa es una espectacular muestra de ello.

Como cada año, en los días previos al Domingo de Pascua, cientos de coloridas procesiones con penitentes y pasos religiosos decorados con flores, toman las calles de pueblos y ciudades de todo el país para celebrar la Pasión de Cristo, desde la crucifixión a la resurrección. Las procesiones, especialmente las de Sevilla y otras ciudades de Andalucía, en el sur de España, se han convertido en un gran atractivo turístico y se emiten por televisión para todo el país.

 

Las procesiones varían notablemente en función de la región, pero su elemento común son los penitentes, muchos de los cuales llevan cruces o velas. Su indumentaria se remonta a la Inquisición española, cuando los prisioneros estaban obligados a vestir el capirote en público como humillación. Un velo sobre la cara, que parte del sombrero, permite que el nazareno esconda su identidad.

En algunas procesiones, los penitentes se visten como soldados de la época romana. En la región de La Rioja, muchos llevan grilletes en los pies y se autoflagelan mientras que en Aragón, en el noreste del país, hacen sonar sus tambores durante horas para conmemorar la resurrección de Jesucristo.

Tradicionalmente, las mujeres suelen vestirse de negro, adornadas con elaboradas mantillas y peinetas.

Algunas de las procesiones tienen cientos de años de historia y sus tallas de madera de Jesús y la Virgen María son apreciadas obras de arte.

Los pasos—  las plataformas en las que se transportan las imágenes — se mueven gracias al esfuerzo de 10 o más costaleros, que suelen ser hombres jóvenes equipados con protecciones en la espalda y el cuello para evitar lesiones.