Dos nuevas detenciones «significativas» por el atentado en Londres

La policía británica anunció este viernes otras dos detenciones "significativas" en relación con el atentado que dejó cuatro muertos el miércoles en Londres y reveló que el verdadero nombre de Khalid Masood, el autor, era Adrian Russell Ajao.

Mark Rowley, el comandante de la unidad antiterrorista de Scotland Yard, dijo que la policía había realizado "dos nuevos arrestos importantes por la noche" y que nueve personas continuaban en detención preventiva.

La policía había detenido el jueves a ocho personas de entre 21 y 58 años -cinco hombres y tres mujeres- en seis lugares distintos, siete en Birmingham (centro) y una en Londres. Uno de esos individuos fue puesto en libertad sin fianza. 

Las fuerzas de seguridad británicas registraron 21 direcciones distintas, precisó Rowley, que aseguró que no había ningún elemento que acreditara la tesis de una nueva amenaza. 

La investigación se centra en averiguar la motivación del autor del atentado, abatido por la policía, y la preparación del atentado que también causó unos 50 heridos, dos de los cuales están en estado crítico y otro entre la vida y la muerte. 

"Queremos saber si actuó absolutamente solo, inspirado por propaganda terrorista, o recibió ayuda de otros", explicó Rowley, antes de solicitar la colaboración del público.

El autor, Masood, tenía 52 años —una edad inusualmente tardía en este tipo de atentados—, nació el día de Navidad de 1964, en el condado de Kent, en el sureste del país, y su cambio de nombre apunta a la conversión al islam.

Los medios británicos afirman que estuvo en Arabia Saudita trabajando como profesor a mediados de los años 2000, y que ahí se radicalizó antes de regresar a Reino Unido en 2009.

Milagro 

Masood/Russell "no era objeto de ninguna investigación" y "los servicios de información no poseían elementos sobre su intención de llevar a cabo un atentado terrorista", informó Scotland Yard. 

El diputado Dominic Grieve, presidente de la comisión parlamentaria sobre inteligencia y seguridad, declaró a la BBC que las fuerzas de seguridad habían desbaratado una docena de proyectos de atentados en los últimos 18 meses en Reino Unido y que era "un milagro" que el ataque no hubiera ocurrido antes. 

Masood creció en Rye, en Kent. Desde junio vivía en la zona de Birmingham con su mujer y sus hijos, según vecinos que lo describieron como "muy religioso".

Sin embargo, había tenido numerosos problemas con la ley y tenía varias condenas por agresiones y delitos de desórdenes públicos, pero no de terrorismo, según la policía.

Su última condena databa de diciembre de 2003, hace más de 13 años, por posesión de arma blanca.

"Hace unos años fue objeto de una investigación del MI5", el servicio británico de inteligencia interior, en relación con "el extremismo violento", declaró el jueves la primera ministra Theresa May ante el Parlamento, pero precisó que Masood era "un personaje secundario" en aquel caso. 

Seguridad reforzada

Horas antes de perpetrar el atentado, el individuo estuvo en un hotel de Brighton, en la costa sur de Inglaterra, según el gerente del establecimiento. 

"Era muy simpático, se reía con el personal. Es estremecedor. Ahora ya no sabemos quiénes son los buenos y quiénes los malos", dijo Sabeur Toumihere al canal de noticias Sky News. 

La policía registró el hotel tras haber descubierto una factura del establecimiento en el coche alquilado que utilizó Masood para atropellar a los viandantes en el puente de Westminster. 

Tres personas murieron en ese puente, frente a Big Ben: Aysha Frade, una londinense de origen español de 43 años, madre de dos niñas pequeñas, Kurt Cochran, un turista estadounidense de 54 años y Leslie Rhodes, un londinense de 75 años.

La cuarta víctima fue el policía Keith Palmer, un padre de familia de 48 años, al que el atacante apuñaló en las afueras del Parlamento de Westminster antes de ser abatido por otro agente de policía. 

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó los hechos menos de 24 horas después de lo ocurrido. El ataque de Londres ocurrió justo un año después de los atentados yihadistas que causaron 32 muertos en Bruselas. 

Todas las calles alrededor del Parlamento, centro turístico de la capital británica, estaban abiertas a la circulación este viernes. Pero las autoridades deberían reforzar en los próximos días la seguridad en Londres, donde casi el doble de policías armados patrullarán por las calles.