Muere Clark Olofsson, rostro del síndrome de Estocolmo

Foto:Adiós a Clark Olofsson, el delincuente que inspiró a Netflix/cortesía
Foto:Adiós a Clark Olofsson, el delincuente que inspiró a Netflix/cortesía

Clark Olofsson, uno de los criminales más notorios de Suecia y figura central en el origen del término «síndrome de Estocolmo», murió a los 78 años en un hospital sueco.

Su familia confirmó la noticia este jueves, poniendo fin a la vida de un hombre que pasó más de cincuenta años entrando y saliendo de prisión por delitos como robo, narcotráfico y tentativa de asesinato.

La fama internacional de Olofsson nació en agosto de 1973, cuando el exconvicto Jan-Erik Olsson tomó como rehenes a tres empleadas y un cliente durante un asalto a una sucursal bancaria en el corazón de Estocolmo.

Armado con una metralleta y explosivos, Olsson exigió dinero, un vehículo de escape y, sorpresivamente, la presencia de Clark Olofsson, su conocido de la cárcel. Las autoridades accedieron, y Olofsson se unió a los captores dentro del banco.

Foto:Adiós a Clark Olofsson, el delincuente que inspiró a Netflix/cortesía
Foto:Adiós a Clark Olofsson, el delincuente que inspiró a Netflix/cortesía

Adiós a Clark Olofsson, el delincuente que inspiró a Netflix

Durante seis días, los rehenes convivieron con sus secuestradores dentro de la bóveda del banco, generando un ambiente que dio origen a un fenómeno psicológico sin precedentes.

Los rehenes apoyaron a sus captores, rechazaron colaborar con la policía y, al quedar en libertad, los abrazaron y se despidieron con gestos de afecto.

Este episodio dio origen al término «síndrome de Estocolmo», un fenómeno que hoy se estudia en universidades y manuales de negociación en todo el mundo.

Olofsson siguió sumando delitos, fugas y juicios a lo largo de su vida. Las autoridades de varios países europeos lo condenaron por su historial criminal. En 2018, recuperó la libertad tras cumplir múltiples sentencias. Su historia inspiró películas, libros y, más recientemente, una serie de Netflix que volvió a despertar el interés mundial por su caso.

Aunque el asalto al Kreditbanken no causó víctimas mortales, sus repercusiones todavía se sienten en la psicología, la criminología y la cultura popular. La muerte de Olofsson pone fin a uno de los capítulos criminales más notorios de Suecia, pero su nombre seguirá ligado a uno de los fenómenos más fascinantes de la mente humana.