Fiscales de Estados Unidos dieron a conocer que el joven transgénero asesinado en el estado de Nueva York resultó secuestrado, golpeado, torturado y abusado sexualmente durante semanas antes de que se deshicieran de su cuerpo. Este lo encontraron el 13 de febrero en Nueva York.
Por la muerte de Sam Nordquist, un joven negro de 24 años, siete personas fueron acusadas de homicidio en primer grado. La fiscalía señaló que los sospechosos inicialmente los procesaron por cargos menores, pero ahora enfrentan acusaciones de asesinato en primer grado, el delito más grave en el estado, que conlleva una pena de cadena perpetua sin libertad condicional.
«Sam fue golpeado, agredido y abusado sexualmente. Pasó hambre, se lo mantuvo cautivo y no podemos entender eso», dijo la asistente del fiscal del distrito del condado de Ontario, Kelly Wolford.
Nordquist había viajado desde Minnesota a Nueva York con el propósito de encontrarse con una persona, que figura entre los acusados, a quien había conocido a través de internet. Su familia no tuvo noticias de él desde enero, y la última vez que se le vio con vida fue a principios de febrero; cuando se encontraba en compañía de su supuesto contacto.
La desaparición de Nordquist generó gran preocupación entre sus seres queridos, quienes intentaron localizarlo sin éxito, hasta que finalmente las autoridades descubrieron los detalles macabros de su destino.
«Sam estaba confinado. Le obligaron a arrodillarse y a colocarse contra la pared. Fue agredido físicamente», describió la fiscal adjunta, quien además detalló que la víctima fue forzada a ingerir excrementos y orina. «Lo trataron como a un perro«; añadió.
Aparentemente, dos menores, de 7 y 12 años, fueron involucrados en la golpiza a Nordquist, brutalizado en un motel de Canandaigua. «Ellos también son víctimas. Puede que hayan sido forzados a participar»; agregó Wolford.
La fiscalía de Nueva York, indicó que los sospechosos resultaron procesados por cargos menores, pero ahora los imputan por asesinato en primer grado, el delito más grave en el estado; que se pena con cadena perpetua sin libertad condicional.
El crimen se produce en un contexto en el que la administración de Donald Trump impulsa políticas hostiles hacia la comunidad trans, como la eliminación de la categoría transgénero en las agencias gubernamentales; la retirada de fondos destinados a programas LGBTQ y la firma de un decreto que reconoce únicamente dos géneros, masculino y femenino.