La economía de EE.UU. tambalea por la ofensiva de Trump contra inmigrantes

Foto: La otra cara de la política migratoria de Trump /cortesía
Foto: La otra cara de la política migratoria de Trump /cortesía

La ofensiva antimigrante del presidente Donald Trump está dejando profundas secuelas en la economía estadounidense. Las redadas masivas, deportaciones selectivas y el miedo generalizado recorren campos agrícolas, fábricas y construcciones, paralizando sectores que dependen casi por completo de la mano de obra inmigrante.

Con su retórica de “ley y orden” y su política de “tolerancia cero”, Trump ha generado un clima de persecución en zonas donde millones de migrantes, muchos indocumentados; han sostenido por décadas el aparato económico desde la informalidad.

Las consecuencias ya son evidentes: frutas y vegetales pudriéndose en el campo, restaurantes y hoteles sin personal, y obras paralizadas. En palabras de la agricultora Lisa Tate, desde California; “Si el 70% de tu fuerza laboral no aparece, el 70% de tu cosecha se pierde. Esto no es sostenible”.

El impacto no se limita al campo. En ciudades como Pittsburgh, St. Louis o Buffalo, la reducción del flujo migratorio ha frenado la recuperación de áreas industriales.

Foto: La otra cara de la política migratoria de Trump /cortesía
Foto: La otra cara de la política migratoria de Trump /cortesía

La otra cara de la política migratoria de Trump

Según Oxford Economics, la inmigración neta cayó a 600.000 personas anuales, debido al descenso de la inmigración no autorizada, producto de la política represiva del ICE.

Aunque Trump ha reconocido que sectores como el agro están “severamente afectados”, ha defendido las redadas. En California, donde se cultiva más del 75% de las frutas y nueces del país, el 80% de los trabajadores agrícolas son inmigrantes y casi la mitad no tienen documentos.

Según Reuters y The Washington Post, las redadas han llegado a lavaderos de autos, plantas empacadoras, obras y talleres textiles. Incluso el hipismo en Kentucky ha sufrido el impacto.

Esta política migratoria, lejos de castigar a empleadores, apunta a los trabajadores, dejando al país sin quienes alimentan, construyen y limpian a diario.

TeleSur