Reclusa demandó a la ciudad de Denver después de dar a luz sola

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Una mujer que dio a luz sola en una celda en Denver entabló una demanda contra la ciudad después de que los guardias y las enfermeras supuestamente ignoraron sus súplicas de ayuda durante unas cinco horas de trabajo de parto.

Los videos de vigilancia publicados por su abogada muestran a Diana Sánchez recostada en una cama estrecha, gritando de dolor, antes de quitarse los pantalones y dar a luz a un niño el 31 de julio de 2018. Unos 45 minutos antes de dar a luz se ve que alguien le desliza una almohadilla absorbente por debajo de la puerta para que se la ponga. Después de dar a luz, una enfermera entra y recoge al bebé.

"Calificarlo como atención médica es una broma", dijo la abogada de Sánchez, Mari Newman, quien destacó que el inodoro abierto a varios metros de distancia del lugar donde dio a luz fue bloqueado digitalmente en el video por las autoridades de la ciudad.

La demanda federal interpuesta el miércoles dice que las autoridades de la cárcel "eligieron cruelmente la conveniencia antes que la compasión" al no llamar a una ambulancia después de que a Sánchez se le rompió la fuente y estaba sangrando. Agrega que aunque se pidió una camioneta que trasladara a Sánchez al hospital, los empleados de la cárcel sabían que el viaje probablemente no estaría disponible durante horas hasta que terminara el proceso de reservación de la mañana, de acuerdo con la demanda. Ella estaba en una celda médica en la cárcel.

"Había mucha gente y nadie levantó un dedo"

Por su parte, Sánchez le dijo a los medios locales que ese día se sintió impotente. "Nadie me ayudó. Había tanta gente allí y nadie levantó un dedo básicamente", afirmó. "El dolor es indescriptible y lo que más me duele es el hecho de que a nadie le importó".

 

La demanda añade que ninguna enfermera secó o calentó al bebé ni le retiró la mucosidad de las vías respiratorias durante varios minutos y que las enfermeras de la cárcel no tenían equipo para cortar el cordón umbilical. No se le cortó hasta que los bomberos llegaron unos 15 minutos después del parto.

El Departamento del Sheriff del condado de Denver informó el jueves que desde entonces ha cambiado su política para asegurar que las reclusas embarazadas que se encuentran en cualquier etapa del trabajo de parto sean llevadas inmediatamente al hospital. Anteriormente, las decisiones sobre si trasladar o no a una reclusa embarazada se dejaban en manos de las enfermeras de la cárcel, pero ahora los agentes están autorizados a llamar a una ambulancia para alguien que se encuentra en trabajo de parto, dijo la portavoz del departamento, Daria Serna.