Un profesor se desnuda y persigue a los alumnos de una escuela primaria de EE.UU.

Un profesor de Educación Física se desnudó y corrió detrás de los estudiantes de una escuela primaria de Los Ángeles (California, Estados Unidos) durante una clase que tuvo lugar el pasado 19 de enero, informa CBS News.

El incidente se produjo mientras alumnos de segundo y quinto grado de la escuela Carthay Center realizaban ejercicios en el predio de la institución. En ese momento, el docente se quitó la ropa y comenzó a correr y perseguir a los menores, que lograron escapar y refugiarse en varias aulas.

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Un obrero presenció la escena desde el exterior del recinto y grabó el momento en que el educador se pone de nuevo los pantalones en el patio de juegos.

Las autoridades del centro educativo informaron a los padres sobre el incidente y cerraron el lugar hasta que llegó la Policía y arrestó al protagonista de los hechos.

"Todos los niños vieron sus partes íntimas", así que se trató de una situación "muy vergonzosa" y "perturbadora", expresó uno de los padres.

 

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Muchos corrieron en silencio, demasiado impactados como para gritar. Algunos de los niños se apresuraban para esconderse a salones de clases cuando vieron al joven con el arma. Otros huyeron del edificio hacia los campos, cruzaron las calles o se metieron a negocios cercanos.

"Nadie gritó", dijo Alexandria Caporali, de 16 años, al recordar el momento en que su secundaria se volvió el escenario del más reciente tiroteo en Estados Unidos. "Casi todo estaba en completo silencio cuando la gente comenzó a correr".

Bailey Nicole Holt y Preston Ryan Cope, ambos de 15 años, murieron y otras 18 personas resultaron heridas cuando un compañero comenzó a disparar el martes en la mañana en el ajetreado atrio de la escuela, un área común en el centro de la Marshall County High School, donde convergen varios pasillos y los niños se juntan antes de las clases.

El trauma consumió al pueblo rural de unas 4.300 personas, donde casi todos tienen una conexión con la escuela. Los padres abandonaron los carros en ambos lados del camino adyacente, buscando con desesperación a sus adolescentes; los dueños de negocios pusieron a salvo a los niños; un patrullero de caminos llegó rápido a la escuela, temeroso de que su propia hija estuviera entre los muertos.