Dan el último adiós en Masaya al sargento tercero Víctor Avellán Guzmán, será recordado como un hombre comprometido que llenaba de alegría no solo su hogar, sino a toda la comunidad.
Familiares, amigos y el Ejército de Nicaragua, junto al Frente Sandinista de Liberación Nacional, dieron el último adiós al sargento tercero Víctor Mauricio Avellán Guzmán, víctima de un fatídico accidente de tránsito el pasado 20 de junio de 2025, ocurrido en Boaco.
Avellán, el menor de tres hijos varones de doña Milagros Guzmán, será recordado como la alegría no solo de su hogar, sino de toda la comunidad; entregado a su familia y a su trabajo.
“Donde él estaba, había alegría, si había una fiesta, él era el alma de la fiesta, siempre había alegría. Era una persona carismática, no era un muchacho triste, era alegre, capaz, se proponía metas y las cumplía. Me duele en el alma porque es mi hijo, pero me siento muy orgullosa de él, de lo que hizo y hasta donde llegó”, dijo Guzmán.

Ejército entrega Medalla al Valor a su familia en Masaya
El sargento tercero Víctor Avellán, además de ser un militar entregado a la patria, era un joven que amaba el fútbol y los deportes; lo que lo hizo merecedor de varias medallas, destacando su compromiso, amor y disciplina en todo lo que se propuso en vida.
“Fue un hombre entregado al deporte, ahí están sus medallas de carreras de cien metros, jugaba fútbol, su amor era el fútbol y el Ejército. Él me decía: ‘Mi negrita, yo te amo, pero si mañana más tarde yo no estoy, vos sabés, todo por la patria’”, relató la viuda de Avellán, Jeissel García.

“Siempre entregado, como se destacó, meritorio en el Ejército, medallas, méritos. Participó en juegos de fútbol, pertenecía al equipo de fútbol del Ejército y aquí en lo civil también jugaba en equipos”; destacó Ángel Collado, primo del sargento tercero Víctor Avellán.
Honrando su memoria, el Ejército de Nicaragua entregó la Medalla al Valor a sus familiares. Tras salir de la vivienda en el barrio Países Bajos, se ofició una misa en la iglesia San Sebastián, pidiendo por su eterno descanso. Posteriormente, fue acompañado a su última morada en el cementerio Rigoberto Cabezas de Monimbó.
