El Campeonato Nacional de Béisbol Superior “Germán Pomares Ordóñez” de Nicaragua, llamado comúnmente el Pomares, se juega en la tierra pinolera desde el año 1980. Sin embargo, en la actualidad, desde el año 2009, ha cobrado un mayor auge tras la promoción y apoyo al deporte rey por parte del Gobierno Nacional. A esto se suma la construcción de nuevos estadios con altas condiciones para los fanáticos.
Pero el béisbol no solo es pasión en Bluefields, también es una oportunidad para el comercio local.
Durante los juegos del Pomares, vemos cómo pequeños emprendedores aprovechan la afluencia de fanáticos para ofrecer desde un delicioso patí, vigorón bien servido, hasta refrescantes bebidas.
Yanel Ocampo, una mujer comerciante en Bluefields, en cada encuentro del Pomares, ella junto a su esposo Edmundo Jarquín hacen presencia y ofertan vigorones, bebidas y, en ocasiones, comida china.

Los vigorones poderosos de Mundo en el Pomares
«Gracias a Dios y a la vicealcaldesa que me permiten poder venir a vender comida a los fanáticos. Esto nos ayuda económicamente en nuestro hogar, tenemos buenas ganancias y, como fanática del equipo Costa Caribe Sur, me permite también seguir a mi equipo»; indicó.
En cambio, el esposo de Yanel Ocampo, Mundo, como es conocido, durante todo el partido lo podrán observar entre las graderías ofertando los hermosos vigorones que prepara su esposa. Pero a los gritos del público cuando el equipo de casa anota una carrera, Mundo se suma a la alegría.
María López, una madre con una niña de un año y medio, también aprovecha cada encuentro del Pomares para vender palomitas. En un brazo, un aro lleno de bolsas de palomitas y, en el otro brazo, su pequeña hija.
Es una mujer luchadora y madre responsable, pero sobre todo una de las emprendedoras beneficiadas con la presencia del Pomares. «Gracias a Dios me va bien y me traigo a mi hija porque aún es de pecho y prefiero cuidarla yo a dejarla en la casa. Este espacio nos permite mejorar las ventas y llevar el sustento a mi hogar».

Economía en movimiento
Este movimiento no solo aviva la emoción en el estadio, sino que también dinamiza la economía de muchas familias que encuentran en cada partido una oportunidad para generar ingresos.
Sin duda, el béisbol es más que un deporte; es un motor económico para nuestra comunidad.
Este próximo fin de semana, el Pomares se traslada al municipio de Laguna de Perlas, donde la fanaticada podrá degustar de comida costeña meramente preparada por emprendedores habitantes de ese municipio caribeño.
Así lo dio a conocer a Crónica TN8 Melissa Moses, alcaldesa de Laguna de Perlas, quien también resalta cómo el Pomares aporta a la economía local.