Una afección visual transformó la vida de una niña de Jinotepe cuando tenía apenas 10 años. Los médicos diagnosticaron retinosis pigmentaria, enfermedad que de golpe le disminuyó en un 80 % la visión y, a medida que pasan los años, ha avanzado significativamente.
Hoy, Sandra Mariel Mendoza, una jinotepina de expresivos ojos claros, piel blanca y estatura media, cuenta solo con el 2 % de capacidad visual. Sin embargo, le ha puesto empeño y tesón a la vida.
Maestra de secundaria, labora en el Instituto Nacional Juan José Rodríguez de Jinotepe y ha encontrado en la educación técnica una excelente alternativa para continuar formándose profesionalmente.
“Para mí ha sido excelente porque me han dado la oportunidad de estudiar. Siempre los maestros han hecho sus adecuaciones curriculares para poder brindarme la enseñanza, adquirir conocimientos y llevarlos a la práctica”.
Mujer de Jinotepe con discapacidad visual se forma en el INATEC
Sandra Mariel estudia la carrera de Técnico Especialista en Docencia Profesional. Además, a través del INATEC y del Tecnológico Ernest Thälmann de Jinotepe, en Carazo, ha realizado cursos de inglés básico y avanzado, así como un curso de repostería, del cual ya cuenta con un proyecto de emprendimiento.
La joven comenta que este ha sido el único gobierno que verdaderamente se ha preocupado por las personas con alguna discapacidad, dándoles acceso a diferentes programas sociales.
Asegura que la política inclusiva del gobierno sandinista le ha permitido acceder a la educación, el trabajo y el derecho a una vivienda digna a través del programa Bismarck Martínez, sintiéndose orgullosa de poder pagar y contar hoy con un domicilio propio.
“En mi caso, me ha dado la oportunidad de entrar a programas sociales y, en cuanto a la educación, no se me ha puesto limitación. Entonces, para mí, esto es extraordinario porque me abre puertas y me da oportunidades para seguir avanzando, ser alguien útil y aportar al desarrollo de mi país”.
Perdió casi toda su visión, pero hoy es maestra
Maryuri Ruiz, docente del Tecnológico Ernest Thälmann, refiere que, en coherencia con las políticas de atención inclusiva; se trabaja con herramientas digitales para atender a personas con distintas capacidades, apoyándolas de forma personal.
Sandra Mariel es una joven que ha demostrado sus capacidades en todo momento. “Trabaja, se esfuerza y cumple al cien por ciento con todas sus tareas”, asegura.
Grelvin José Laguna Jaenz, compañero de estudio de Sandra Mariel, expresa que compartir el aprendizaje con ella ha sido “una experiencia muy novedosa y bastante buena”.
Asegura que ella es una persona con mucho carisma, le gusta aprender y participar en todas las actividades del curso. “Considero que ella ha luchado mucho por su vida, por aprender; y lo que ha logrado en tan poco tiempo de vida es realmente admirable”.
