Más de 96 años vivió para dar a conocer la música autóctona de la región norte del país.
Luego de más de siete años de padecer diferentes síntomas, propios de la edad, el máximo exponente de polkas, mazurcas y jamaquellos partió de este mundo este pasado 26 de diciembre dejando un gran legado cultural; Felipe Urrutia Delgadillo quien se hiciera reconocer con piezas como La Café amargo, La Flaquita de La Tunosa, El grito del bolo y muchos más.
Amigos, vecinos, artistas y familiares de inmediato se hicieron presentes al conocer el desenlace de quien vivió casi 97 años pues en febrero próximo los cumpliría.
Hasta su casa de habitación ubicada en la comunidad El Limón, tres kilómetros al sur de la ciudad fue llegando cada una de aquellas personas que se identifican con la cultura local, regional y nacional.
Felipe Urrutia Delgadillo un revolucionario, un trovador, un campesino dio el paso hacia la inmortalidad.
