Arrestan a más de 150 personas en California durante protestas contra violencia policial

Más de 150 manifestantes fueron arrestados durante la noche en California después de que cerraron una importante autopista, en otro brote de manifestaciones en todo el país contra el uso mortal de la fuerza por parte de la policía contra minorías.

El lunes por la noche y al otro lado del país, estrellas de baloncesto en Nueva York incluyendo a LeBron James, de los Cleveland Cavaliers, se unieron a las protestas, usando camisas que tenían escrito «No puedo respirar», las últimas palabras de Eric Garner, el hombre negro que murió asfixiado por un policía.

Grandes multitudes han realizado protestas diarias en varias ciudades de Estados Unidos desde que un gran jurado decidió la semana pasada no presentar cargos criminales contra un policía caucásico por la muerte de Garner en julio. Al ser reducido por la policía, Garner -padre de seis hijos- estaba desarmado.

El deceso de Garner y el baleo por parte de la policía de Michael Brown, un adolescente negro desarmado en Ferguson, Misuri, en agosto, han remarcado la tensión de las relaciones entre la policía y los afroamericanos y ha reactivado un debate nacional sobre relaciones raciales.

Varios cientos de personas invadieron la autopista interestatal 80 en la ciudad universitaria de Berkeley, cerca de San Francisco, el lunes por la noche, interrumpiendo el tránsito en ambas direcciones.

Los manifestantes lanzaron piedras y otros objetos contra los policías, dijo el portavoz de los patrulleros de California, Daniel Hill. Más de 150 personas fueron arrestadas, mayormente por resistirse u obstruir a los policías, agregó.

En el centro de Phoenix, unos 200 manifestantes marcharon hacia cuarteles policiales por la muerte de otro hombre negro desarmado por parte de un agente caucásico la semana pasada, en lo que las autoridades describieron como un forcejeo.

Los manifestantes exigieron que la policía divulgara el nombre del agente involucrado en el baleo fatal de Rumain Brisbon, de 34 años, un hombre que la policía sospechaba que vendía drogas.

BERKELEY, EEUU/NUEVA YORK (Reuters)