Extraditan a EEUU a supuesto capo narco «Mi Sangre»

La justicia argentina concedió la extradición a Estados Unidos del colombiano Henry López Londoño, acusado de liderar una organización criminal para traficar cocaína a ese país.

El juez federal Sebastián Ramos resolvió «declarar procedente la extradición al distrito sur de la Florida» en una audiencia que concluyó el jueves por la noche. A Londoño se lo acusa de encabezar una asociación ilícita que tenía por objetivo enviar droga a Estados Unidos.

El acusado, de 45 años y alias «Mi sangre«, «Brother«, «Salvador» y «Federico«, está detenido en una prisión federal de Buenos Aires desde octubre de 2012, cuando fue arrestado en un operativo conjunto de fuerzas de seguridad de Argentina y Colombia por un pedido de captura internacional.

La resolución, cuyos fundamentos se conocerán el 26 de mayo, puede ser apelada y en última instancia resolverá la Corte Suprema argentina.

Horas antes de conocerse la sentencia, Londoño insistió ante el juez que su detención en Buenos Aires fue ilegal y que se considera un perseguido político, razón por la cual solicitó asilo a la nación sudamericana.

«Llevo tres años y siete meses de detención ilegal, política», manifestó en su descargo final. «Me están tratando a mí peor que a un culpable», agregó.

Según las acusaciones de la justicia del distrito sur de Florida, «Mi sangre» lideró una asociación ilegal en su país entre 2006 y 2012 para distribuir cocaína «sabiendo que se importaría ilegalmente a Estados Unidos«. En febrero de 2012 la justicia estadounidense libró una orden de arresto contra el colombiano que aún permanece vigente.

Las investigaciones de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) determinaron que Los Urabeños, liderados por López Londoño, habrían traficado entre 2009 y 2012 miles de kilos de cocaína a Centroamérica, México y Estados Unidos. En esa pesquisa se descubrió, por ejemplo, que cuatro cargamentos de 300 kilos de cocaína cada uno habían sido trasladados por ruta marítima desde Colombia a Panamá.

La pena máxima que podría recibir en Estados Unidos es la cadena perpetua.