Niño costarricense abusado sufre calvario en OIJ

No les recibieron denuncia a directora y madre del niño. El menor presuntamente abusado volvió a la casa con su madre, corriendo el riesgo de sufrir un nuevo abuso sexual.

“Si tanto le preocupan el niño y la madre, ¿entonces por qué no se los lleva para su casa?”. Esto fue lo que le dijo Alejandra Rojas Retana, funcionaria de la oficina de la sección de Investigación de Turno Extraordinario del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) a Gabriela Mesén, Directora de la Escuela La Mina, en Río Oro de Santa Ana, Costa Rica, cuando llegó hasta el OIJ a poner la denuncia por abuso sexual que sufrió un alumno y no se la recibieron.

Un medio de comunicación costarricense dio a conocer este caso, donde el tío político de un niño de 7 años abusó de él el martes pasado. El niño le contó a la directora: “Niña, vieras que anoche mi tío me pasó su pene por toda la cara y por aquí por mi cuerpo, no sé qué me quería hacer, seguro lo de los gais, yo me asusté, me puse a llorar y mi tío me tapó la boca”.

Tras la confesión y al estar cerrada la Fiscalía de Puriscal, la docente y la madre del niño se fueron a las 5 p.m. a poner la denuncia al OIJ en San José, pero según Mesén la funcionaria se comportó de manera vulgar e irrespetuosa.  

Según Mesén, en primera instancia, tras esperar largo rato para que los atendieran los remitieron con Rojas, quien como a las 10:30 p.m. según esta la fiscal le manifestó “ya no se podía hacer nada, que fuéramos mañana (o sea el miércoles) de 7 de la mañana a 4 de la tarde a la Fiscalía de Pavas a poner la denuncia”, lo anterior dos horas después de haber llegado.

La funcionaria también les dijo “que era opcional si queríamos interponer la denuncia en la Oficina de Recepción de Denuncias”, a lo que la directora le preguntó si tenían que hacer otra vez la fila, pues “el niño estaba cansado, con hambre, con frío y sueño, pues yo tenía el menor en la oficina de la dirección desde las 5 de la tarde”, a lo cual la funcionaria judicial le dijo que sí, que tenía que hacer la fila nuevamente, “porque si no iban a decir que por qué yo les iba a hacer brincar la fila o tener preferencia”.

Mesén le dijo a Rojas que parecía ilógico e indignante su actuar, “muy despectiva e indiferente a la situación, como si no le importara” que había un menor abusado.  

German Mora, de la Oficina de Recepción de Denuncias que direccionó a Mesén con la funcionaria del OIJ, le dijo a la directora “que no se estaba actuando como él esperaba y que el niño no se podía ir sin las medidas de protección”, por lo que le recomendó presentar la queja ante Asuntos Internos del OIJ y la Fiscalía General, para entonces la directora angustiada solicitó hablar con Helio Cordero, jefe de turno, quien también de “manera prepotente y levantando su mano derecha de manera intimidante le dijo: ‘Usted lo que quiere es no hacer la fila’”, entonces la directora, la madre del niño y este, cansados del maltrato y la forma en que eran atendidos, solicitaron que les recibieran un informe que habían hecho por recomendación de la Fuerza Pública de Santa Ana de Costa Rica para que no revictimizaran al menor y le hicieran nuevamente entrevistas, sin embargo ninguno de los funcionarios se dignó a firmarlo.

Al final llegó un fiscal cerca de las 12 medianoche, les dijo que debían esperar a una trabajadora social y un psicólogo, y ofreció disculpas. Para entonces Mesén y la madre, cansadas de que no se les ayudara y por el estado del niño, decidieron abandonar el recinto judicial sin que se les ayudaran.