Condenan a exparamilitar por secuestro a periodista en Colombia

Un importante ex jefe paramilitar fue condenado el viernes a 28 años de prisión como confeso responsable del secuestro en el año 2000 de la periodista Jineth Bedoya. La sentencia fue impuesta a Mario Jaimes Mejía, alias «el Panadero», quien previamente había aceptado ser el autor de los delitos de secuestro, acceso carnal violento y tortura en la persona de Bedoya, indicó la oficina de prensa de la Fiscalía.

«Hoy se cierra otro de los muchos capítulos de esta tragedia. Acaban de sentenciar a 28 años de prisión a El Panadero», escribió Bedoya en su cuenta de Twitte. Actualmente es periodista del diario bogotano El Tiempo.

  • Sentencian a exparamilitar por secuestro de periodista colombiana

El 25 de mayo de 2000, Jineth Bedoya, entonces redactora de la sección judicial del periódico El Espectador, fue citada por ex jefe paramilitar a la cárcel Modelo de Bogotá para supuestamente darle una entrevista sobre una investigación que ella estaba adelantando sobre corrupción en el interior del mencionado penal.

Cuando llegó a la puerta de la prisión, la comunicadora fue interceptada por varias personas que la drogaron. Luego fue llevada a una finca de la ciudad de Villavicencio, donde varios paramilitares abusaron sexualmente de ella. Luego fue abandonada cerca de un puesto de la Policía en Villavicencio.

Hace casi dos meses «El Panadero» había aceptado su participación en el secuestro de la periodista y le ofreció excusas públicas.

El 25 de febrero pasado, otro de los secuestradores de Bedoya, Alejandro Cárdenas Orozco, alias «JJ», fue condenado a 11 años de cárcel.

En agosto de 2014 el presidente Juan Manuel Santos anunció que en adelante el 25 de mayo sería el «Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de la Violencia Sexual en el Marco del Conflicto Armado» para recordar el día de la agresión a Bedoya.

En los últimos años la periodista se ha convertido en una abanderada de los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas que han sido agredidas sexual o físicamente. «No es hora de callar» es el lema de su campaña que le ha dado la vuelta a Colombia.