Chile pide explicaciones al Vaticano por designación de polémico obispo

La Corte Suprema de Chile pedirá al Vaticano los antecedentes que llevaron al Papa Francisco a respaldar la designación como obispo de la ciudad sureña de Osorno del sacerdote Juan Barros, cuestionado por presunto encubrimiento de casos de abuso sexual.

La primera sala de la Corte Suprema informó el viernes que ordenó el envío a las autoridades eclesiásticas de un exhorto a través de la cancillería, diligencia inusual en el país y que ocurre días después de que fue informada la postergación del viaje del Papa a Chile en 2016.

«Remita copia íntegra y fidedigna de todos los antecedentes que posea respecto de la investigación relativa a una acusación que hubo contra el señor Obispo Juan Barros Madrid, y que fue desacreditada por corte judicial, según manifestó su santidad Francisco I al vocero de la Conferencia Episcopal de Chile, don Jaime Coiro, en visita pública en la plaza San Pedro», dice el oficio.

Barros fue nombrado el 21 de marzo como nuevo obispo de Osorno, en una de las designaciones que más polémica ha causado entre los chilenos.

Algunos feligreses, legisladores y víctimas de abusos expresaron desacuerdo con la decisión del Vaticano. Afirman que Barros protegió a Fernando Karadima, un connotado sacerdote acusado de abusos sexuales, y pidieron al Papa Francisco que revocara el nombramiento.

El 6 de mayo, el sumo Pontífice dijo a un grupo de chilenos en la Plaza San Pedro que las denuncias contra el obispo Barros eran acusaciones infundadas «de los zurdos».

En la oportunidad, el Papa además aseguró que la única acusación que hubo contra ese obispo fue desacreditada judicialmente, «así que por favor no pierdan la serenidad».

El obispo Barros deberá declarar como testigo el próximo viernes 20 de noviembre en el marco de la demanda civil que presentaron los ex feligreses de la Iglesia, James Hamilton, José Murillo y Juan Carlos Cruz, supuestamente abusados sexualmente por Karadima.

Los críticos en Chile dicen que Barros tenía conocimiento y ayudaba a encubrir los abusos cometidos por Karadima, de 84 años, quien fue mentor de varios curas jóvenes, incluido el obispo Barros.

Karadima negó las acusaciones ante la justicia esta semana y Barros rechaza la afirmación de que tenía conocimiento de lo que sucedía.

SANTIAGO (Reuters)