La historia de la primera pareja gay casada en Costa Rica

Cuando Jazmín Elizondo Arias nació en 1991, alguien metió la pata y puso en su acta de nacimiento que su género era masculino.

Los años pasaron y Elizondo creció sin que esa confusión le creara problemas. Tampoco se molestó por tratar de corregir el registro oficial algo que otros, en su misma situación, han tratado de hacer y se encontraron con una odisea burocrática sin garantía de éxito.

Recientemente Elizondo y su pareja, Laura Florez-Estrada Pimentel, decidieron aprovechar el error administrativo que casi tiene un cuarto de siglo de vigencia para convertirse en la primera pareja gay casada legalmente en Costa Rica, al menos brevemente, y convertirse, así, en protagonistas de alto vuelo del debate sobre los matrimonios gay en la nación centroamericana.

«Yo lo que sé es que tenía en mis manos un certificado que dice que son un hombre y una mujer. Legalmente es un hombre y legalmente un hombre y una mujer se pueden casar», dijo Marco Castillo, abogado y activista que celebró el matrimonio civil. «Yo casé a un hombre y una mujer según los documentos oficiales».

Elizondo y Florez-Estrada tienen un café al este de la capital del país, San José. Florez-Estrada, española de 28 años que ha vivido en Costa Rica desde los seis, se especializa en la fabricación de pasteles. Elizondo, de 24 años, estudia artes escénicas.

«Desde que empezamos a salir, ella (Elizondo) me contó que existía ese error, que nunca le había afectado para nada y nunca lo intentó arreglar», dijo Florez-Estrada a la AP.

Las dos mujeres decidieron casarse en la Marcha de la Diversidad celebrada en marzo. Y así lo hicieron en sigilo el 25 de julio pasado pues en el papel eran hombre y mujer. Permanecieron en esa condición legal, sin sobresaltos, hasta que la semana pasada la prensa dio a conocer el caso.

La publicidad del caso incitó una respuesta inusualmente rápida por parte de los funcionarios del Registro Civil, que revisaron los registros de Elizondo, la registraron como mujer y anularon el matrimonio.

A su vez, el Registro Público presentó ante la Fiscalía una acusación penal contra las mujeres y contra Castillo, el abogado que las unió, por celebrar un «matrimonio imposible».

Castillo confirmó la acusación en su contra y sostuvo que la actitud del Registro Público es una muestra de la homofobia que existe en el Estado.

En la Asamblea Legislativa hay varias versiones de un proyecto de ley para el reconocimiento de las parejas del mismo sexo que han recibido la férrea oposición de los partidos de corriente cristiana evangélica.

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SAN JOSE, Costa Rica (AP)