Médicos Sin Fronteras salen de ciudad afgana tras violento ataque

La organización Médicos Sin Fronteras informó el domingo que se retira de la ciudad afgana de Kunduz tras un bombardeo letal que destruyó uno de sus hospitales, matando a 22 personas, entre ellos 12 miembros de la organización, que culpa de los hechos a un ataque aéreo de Estados Unidos.

Las autoridades afganas aseguran que helicópteros artillados respondieron al fuego de combatientes del Talibán que se escondían en el lugar.

La crisis humanitaria en la ciudad, que cayó brevemente en poder del Talibán la semana pasada antes de una contraofensiva del gobierno, se ha incrementado y los comercios han cerrado debido a los combates en los caminos y las minas colocadas por los insurgentes.

«Todos los pacientes en condición crítica han sido enviados a otras instituciones de salud y ya no hay personal de MSF en el hospital», dijo Kate Stegeman, directora de comunicación de Médicos Sin Fronteras.

«Parte de nuestro personal médico se ha ido a trabajar a dos hospitales a los que fueron trasladados los heridos», agregó.

Se mantienen las investigaciones sobre el bombardeo del sábado al hospital que dejó 10 pacientes muertos.

Stegeman informó que no había insurgentes en el lugar al momento del bombardeo, pero imágenes de un video de AP del complejo en llamas en el este de Kunduz muestra armas automáticas, incluyendo fusiles y al menos una ametralladora en el alféizar.

El presidente Ashraf Ghani informó que existe una investigación conjunta junto con fuerzas estadounidenses. El mandatario Barack Obama dijo que espera un reporte completo de las circunstancias del bombardeo.

El Talibán tomó Kunduz el lunes pasado, pero se ha retirado de gran parte de la ciudad desde entonces tras la contraofensiva gubernamental. Existen algunos enfrentamientos esporádicos mientras las tropas intentan despejar a los extremistas que permanecen en la zona.

La breve toma de Kunduz marcó el movimiento más grande del grupo insurgente en una zona urbana desde que la invasión de Estados Unidos en 2001 puso fin a su mandato.

Las fuerzas afganas han batallado para combatir al Talibán desde que Estados Unidos y la OTAN cambiaron su apoyo a un papel de entrenamiento a finales del año pasado, finalizando su misión de combate en el país.

Los militantes bloquearon caminos y colocaron minas tras su ingreso a Kunduz, evitando la huida de residentes y el ingreso de las tropas gubernamentales.

Saad Mukhar, director de salud de la provincia de Kunduz, estima que unas 70 personas han fallecido y más de 500 han resultado heridas en la ciudad desde el inicio de los enfrentamientos.

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KABUL, Afganistán (AP)