La misión imposible de EE.UU. tras 10 años en Afganistán: más violencia y más droga

El presidente afgano, Hamid Karzai volvió a criticar a la OTAN, acusando a Occidente de no haber garantizado la estabilidad de Afganistán en 10 años de operaciones militares.

"Desde el punto de vista de la seguridad toda la operación de la OTAN en Afganistán se transformó en inmensos sufrimientos, pérdida de muchas vidas y no produjo ningunos resultados, ya que el país todavía no es seguro", dijo el presidente del país centroasiático. Los expertos comparten la opinión de Karzai, destacando que incluso EE.UU. tendrá que negociar con los talibanes.

"Por supuesto, la política de no participar y de no involucrarse en las conversaciones con los talibanes realmente resultó contraproducente. Ahora se están dando cuenta, solo al cabo de 10 años, de que van a tener que hablar con esta gente y, tal vez, incluso que aceptar el hecho de que una vez que abandonen [el país] los talibanes tendrán una gran influencia sobre el Gobierno y el futuro de Afganistán", dijo a RT el periodista Assed Baig.

En general, el futuro de Afganistán tras la operación de la OTAN suscita muchos debates: los estadounidenses creen que no estará vinculado con los talibanes, mientras que los talibanes creen por su parte que no predominarán los valores occidentales. Según los expertos, el futuro, en todo caso, será oscuro.

En la actualidad la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán es de aproximadamente 100.000 personas. La retirada de las tropas está prevista para finales de 2014. Pero EE.UU. todavía no tomó una decisión acerca el escenario final. Además, existe la opción de una retirada acelerada.

Las víctimas de la democracia al estilo de EE.UU.

Los talibanes contemplan estos planes con gran escepticismo y creen que una vez que las fuerzas occidentales abandonen Afganistán, el país va a restaurar el antiguo orden y a crear de nuevo el Emirato Islámico: el autoproclamado Gobierno de los talibanes que existía en Afganistán desde 1996 hasta 2001.

Occidente, por su parte, cree que las fuerzas talibanes no serán capaces de hacerlo. Mientras tanto, los expertos destacan que el escanario más probable serán décadas de lucha y de conflicto interno, con el pueblo afgano como principal perdedor.

"En cualquier caso, yo no diría que la venganza talibán sea improbable. En efecto, tal posibilidad existe. Y todavía es bastante alta", opina el experto del Centro de Estudios del Afganistán Moderno, Dmitri Verjotúrov, en declaraciones a 'La voz de Rusia'.

"En mi opinión habrá una nueva ronda de guerra. Y esta guerra va a ser más violenta que antes. Porque ahora nadie echará un cable al Gobierno. De hecho, será una guerra de exterminio", explicó.

En general, los analistas destacan que Afganistán no es la primera víctima de la democracia estadounidense y que las consecuencias de su operación quedaron claras desde el comienzo. En particular, Afganistán se ha convertido en un estado productor de heroína debido a EE.UU.

El pretexto para la ocupación de este país fueron los ataques terroristas de septiembre de 2001. Pero hoy en día parece claro que no hubo rastro afgano en el ataque. Existen dos principales razones para la invasión de Afganistán por EE.UU., y ambas son complementarias entre sí, destaca el periodista de Pravda.ru Serguéi Vasilénkov.

"En primer lugar, EE.UU. necesitaba la ocupación de Afganistán para el control de la región, así como una mayor desestabilización de la situación en Asia Central. Y, en segundo lugar, para los estadounidenses es lucrativo tener una gran "república bananera", que se dedica a la producción de drogas, ya que toda esta infección penetrará finalmente en Rusia", destaca el periodista.

Por lo tanto, la ocupación se llevó a cabo bajo el pretexto noble de la instauración de la democracia en Afganistán, la destrucción de los terroristas y el desarrollo económico del estado que, a simple vista, fue conseguido: el PIB del país creció un 66%.

Pero este "increíble" crecimiento del PIB se basó sólo en una partida de ingresos: en las más altas cosechas de opio en Afganistán. Desde el inicio de las operaciones de lucha contra el terrorismo de Estados Unidos en Afganistán, el volumen de producción de drogas en el país aumentó 2,5 veces. Por el momento, Afganistán suministra el 93% de la adormidera, que se utiliza en todo el mundo para la producción de heroína.