El jefe de Porsche asume la presidencia de Volkswagen tras escándalo

Volkswagen AG eligió el viernes al jefe de su división Porsche, Matthias Mueller, como presidente ejecutivo, encomendándole al veterano directivo de la empresa la tarea de dirigir a la automotriz líder mundial en ventas en medio de un escándalo sobre pruebas falseadas de emisiones.

La compañía anunció también la suspensión de algunos empleados y la reorganización de sus operaciones en América del Norte, tras reconocer que había falseado los ensayos de emisiones de sus automóviles diésel por medio de un programa informático.

El presidente anterior, Martin Winterkorn, renunció días atrás debido al escándalo, que ha dañado la reputación de la empresa y amenaza con perjudicar sus negocios.

La compañía enfrenta multas y demandas colectivas que podrían costarle miles de millones de dólares. También deberá reparar el software que dice tener en unos 11 millones de autos en el mundo, muchos más que los 482.000 identificados la semana pasada por las autoridades estadounidenses.

«Me hago cargo de esta tarea en momentos que nuestra compañía enfrenta retos sin precedentes», dijo Mueller, de 62 años, en la sede de Volkswagen en Wolfsburg, Alemania. «Tengo respeto por esto, pero afronto la tarea con confianza».

«Haré personalmente todo lo que pueda para recuperar la confianza de nuestros clientes, nuestros empleados, nuestros socios, inversionistas y el público en general», aseguró. «Asumimos nuestra responsabilidad. En ocasiones, nuestra paciencia y la de ustedes estará puesta a prueba, pero… la cautela es aún más importante que la velocidad».

«Lo decisivo es que jamás vuelva a repetirse algo así en Volkswagen», dijo. «De manera que impondremos estándares aún más rígidos de cumplimiento y gobernanza».

Prometió hacer de Volkswagen «una compañía aún más fuerte».

Winterkorn, que era director ejecutivo desde 2007, renunció el miércoles tras asumir la responsabilidad por el escándalo de motores diésel trucados para burlar las pruebas de emisiones contaminantes en Estados Unidos, aunque insistió en que él a nivel personal no había hecho nada incorrecto.

La empresa divulgó escasos detalles nuevos sobre las consecuencias del escándalo.

«Sobre la base de la información que posee, la junta supervisora ha recomendado suspender algunos empleados inmediatamente hasta que se aclare totalmente el caso», dijo el presidente interino de la junta, Berthold Huber. «Esto ya ha sucedido en parte».

No entró en detalles y un comunicado de la empresa no aclaró sus nombres, puestos ni lugar de trabajo.

Mueller trae una larga experiencia con varias de las 12 marcas de Volkswagen a su nuevo puesto a la cabeza de un grupo enorme con 600.000 empleados en todo el mundo.

La junta supervisora aprobó cambios en la estructura gerencial con el objetivo, dijo, de reducir la complejidad y reforzar marcas y regiones.

Esto incluye la reorganización de la rama norteamericana bajo Winfried Vahland, hasta ahora presidente del directorio de la marca Skoda, con sede en la República Checa.

Michael Horn continuará como presidente y director general del Volkswagen Group of America, pero sus mercados estadounidense, canadiense y mexicano serán «combinados y reforzados significativamente» para crear una nueva «región América del Norte».

Huber dijo que se contratará a una firma de abogados de Estados Unidos para ayudar en la investigación del escándalo. No la identificó.

BERLÍN (AP)