Descuartizó a su madre y hermana porque “pensaba que le hacían brujería”

Una joven de aproximadamente 19 años de edad, mató y descuartizó a su madre y hermana menor, porque “pensaba que le estaban haciendo brujería”; el crimen lo confesó a las autoridades la noche del miércoles, luego de que la policía encontrara los restos embolsados.

El Subprocurador Contra la Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de Justicia del Estado, José María González Martínez, informó que la noche de ayer fueron localizados los restos de Yulya Masney Safonchik, de 42 años de edad y su hija Valeria Lechchenko Masney, de 12 años.

Indicó que el hallazgo se dio luego de vecinos de las victimas reportaran a las autoridades que olores fétidos salían de la vivienda marcada con el número 2311 de la avenida Ensenada, esquina con calle Lluvia, en Playas de Tijuana, por lo cual Elementos de la Policía Ministerial acudieron al domicilio.

Al ingresar al domicilio, los agentes descubrieron los cuerpos de dos personas del sexo femenino, los cuales se encontraban desmembrados al interior de unas bolsas de plástico negro. Los peritos forenses determinaron que los restos de las mujeres estaban en esta condición desde el martes.

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El Procurador explicó que las primeras investigaciones revelaron que este caso podría estar relacionado con el entorno familiar de las víctimas, por lo cual interrogaron al padre de familia, el cual declaró que no sabía de la desaparición de su ex esposa y su hija, ya que no vivía con ellas.

Dentro de las indagatorias, se determinó que la hija mayor, Anastasia Lechtchenko Masney, de 19 años, vivía en ese domicilio junto con su madre y su hermana, pero no se encontraba en ese lugar, por lo que agentes se avocaron a localizarla y lo hicieron cuando se encontraba con unas amigas.

Al interrogar sobre los hechos a Anastasia, quien es de origen ruso, pero de nacionalidad mexicana, confesó que asesinó a su madre y su hermana porque “pensaba que le estaban haciendo brujería”.

La presunta homicida señaló que después de acuchillar a la madre y asfixiar a la niña, les cortó las extremidades y posteriormente les extrajo el corazón, ya que según sus declaraciones, ésta era la “única manera de acabar con las brujas”; luego puso los restos en bolsas de plástico negra.

Información de los archivos ministeriales indican que la joven sufría problemas de adicción y en los últimos tres años constantemente salía de su domicilio e incluso fue varias veces reportada como desaparecida ya que los familiares temían que pudiera ser víctima del delito de trata de personas.

Aunque en varias ocasiones se demostró que la joven se había ido por su propia voluntad y en una ocasión las autoridades la localizaron en el estado de Sinaloa, donde se fue con unas amistades.