Chinandega: En busca de identidad

Familia de hombre que desapareció hace 28 años pierden la esperanza tras resultado de ADN. Las esperanzas estaban puestas en un examen de ADN, mismo que identificaría al extraño hombre que hace un mes apareció repentinamente con cabellera larga, barba larga, anillos de alambre colocados como adornos en sus brazos, pies y cuello, al este de la zona costera del Estero Real, en el municipio de El Viejo.

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El encrespado hombre parecía ser Heriberto Peralta Maradiaga “Beto”, el pescador quien desapareció en enero de 1991 en la zona costera Dos Aguas, cuando regresaba de la faena con otros tres pescadores vecinos de la Comarca El Limonal municipio de Puerto Morazán.

Tras la aparición de este hombre, Ana Patricia Peralta y su familia, siempre creyeron que se trataba de aquel ser querido que un día despareciera y no regresara jamás. Para confirmar si se trataba de la misma persona solicitaron al gobierno local y amigos le practicaran una prueba de ADN.

La prueba finalmente se realizó. El abogado Bayardo Torres, en aquel momento participó en la búsqueda de su vecino, dice que después de tantos años tenía la esperanza que ocurriera un milagro por lo que tomó la iniciativa de realizar los trámites para dicha prueba, la que dio lectura este fin de semana.

La noticia conmovió a la comunidad entera quienes, estaban a la expectativa pero el resultado fue deprimente. No se trataba de Beto, ésta resultó negativa en un 99%.

Don José Peralta dice que siempre tuvo sus dudas de que el aparecido fuera su hermano, Heriberto Peralta Maradiaga, a quien recuerda con mucha nostalgia.

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Aparecen nuevas familias

Uriel Alberto Avilés, un joven originario del municipio de Posoltega llegó a esta comunidad para reconocer al hombre que apareció hace un mes, pues cree que se trata de su padre Pedro Antonio Avilés. Un pescador que desapareció cuando se internó en una lancha a las aguas de Corinto, el 16 de Enero de 2004.

“Viajé hasta este lugar para conocer a este hombre y los resultados del examen, eso me indica que tenemos la oportunidad de buscar ayuda o recursos económicos para someternos a la prueba de ADN. Mi familia está interesada porque consideramos que este señor tiene un parentesco con mi papá, además, le falta el diente frontal y tiene una cicatriz a la altura de la ceja derecha y el pie; mi papá también tenía estas señas, incluyendo otra a la altura de la pierna causada por el disparo de un proyectil que le propinaron durante la guerra”, afirmó.

También se conoció que otra familia salvadoreña está interesada en viajar a Nicaragua para conocer al forastero que tiene una similitud física con un pescador que hace años desapareció de las costas del puerto La Unión.

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Dice que es guanaco, Salvadoreño

El extraño hombre tiene acento extranjero y habla con fluidez el inglés, parece haber sufrido algún trauma por la guerra y permanece descansando en la hamaca de la humilde casa de la familia Peralta. Manifiesta que su nombre es José Elías Hernández Castro, que nació a las 3:52 minutos de la tarde, día miércoles 16 de febrero de 1958 en San Miguel-El Salvador.

“Estuve en los Estados Unidos, Panamá, Costa Rica y Honduras, fui soldado de El Salvador y pertenecí a los escuadrones aerotransportados donde fui paracaidistas y navegante”, aseguró.

Además cuenta que sus padres fueron María Bartola Castro y Visitación Hernández Díaz. Aunque parece muy confundido insiste que nació en caserío Palito, Cantón Cucurucho, Nuevo Edén de San Juan, departamento de San Miguel-El Salvador.

Elías habla con fluidez de sus aborígenes, además dice que tiene lagunas mentales y que el oficial tejano de la Fuerza Aérea de El Salvador le ha prohibido que hable porque lo está escuchando y que pronto tiene que regresar.

Familiar o no! Los Peralta han decidido que continuarán dándole un techo, cuido y alimentación al extraño hombre, hasta que aparezca un familiar que lo reclame o alguna institución se encargue de investigar su verdadera identidad para que lo reúnan con sus familiares a su lugar de origen. Mientras tanto las autoridades de salud de Chinandega le brindan asistencia psicológica.

Belkiss Medina