La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas está evaluando implementar nuevas regulaciones sobre el uso de inteligencia artificial (IA) en las películas, tras las recientes polémicas generadas por filmes como El Brutalista y Emilia Pérez. Estas producciones han sido criticadas por utilizar IA de manera extensiva, lo que ha desatado un debate sobre los límites éticos y creativos de esta tecnología en la industria del cine.
Según fuentes cercanas a la organización, la medida podría incluir la creación de una categoría específica para reconocer el uso de IA o la implementación de normas que exijan la transparencia en su aplicación. «Queremos asegurarnos de que la tecnología no opaque el trabajo humano, sino que lo complemente»; explicó un representante de la Academia.
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El Brutalista, una película que utilizó IA para generar diálogos y escenas completas, y Emilia Pérez; que empleó algoritmos para la creación de efectos visuales, han sido el centro de discusiones sobre el futuro del cine. Mientras algunos aplauden la innovación, otros temen que el uso excesivo de IA pueda desplazar a actores, guionistas y técnicos.

La posible medida de la Academia refleja la necesidad de adaptarse a los avances tecnológicos sin perder de vista los valores artísticos y humanos que definen al cine. Los Oscar podrían ser el escenario donde se establezcan las primeras pautas globales sobre este tema.
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Además, varios cineastas y expertos de la industria han expresado su preocupación por el impacto que la IA podría tener en la autenticidad del cine; advirtiendo que el uso desmedido de la tecnología podría diluir la esencia creativa que ha caracterizado al séptimo arte a lo largo de los años. Algunos argumentan que la IA, si bien es útil para ciertos aspectos técnicos, no puede replicar la visión única que un director o guionista aporta a una historia.
Por otro lado, defensores del uso de la inteligencia artificial sostienen que, cuando se utiliza de manera responsable, puede enriquecer el proceso creativo; permitiendo nuevas formas de expresión y narración visual. La Academia, consciente de las múltiples perspectivas, está trabajando en una solución equilibrada que permita aprovechar los beneficios de la IA; sin que esta reemplace el componente humano que sigue siendo esencial en la creación de una película. La decisión que tome la organización podría marcar un precedente en la regulación del uso de la inteligencia artificial en el arte y, posiblemente; inspirar a otras instituciones a seguir su ejemplo.