Jean-Claude Van Damme consumía 10 gramos de cocaína al día en ‘Street Fighter’

estados unidos

En 1994 llegó a los cines Street Fighter: La última batalla, la esperadísima adaptación del exitoso videojuego de lucha Street Fighter II protagonizada por el mismísimo Jean-Claude Van Damme, una de las estrellas del cine de acción de la época, en el papel del coronel Guile.

El guionista y director de este filme, Steven De Souza ha contado a 'The Guardian' cómo y por qué aquello salió tan rematadamente mal. Aunque la película ha ganado cierto carácter de culto con los años, lo cierto es que su prestigio anda parejo al de 'Super Mario Bros.', estrenada un año antes: fueron las dos principales responsables de que durante un tiempo, las películas inspiradas en videojuegos tuvieran una mala prensa que aún no se han sacudido del todo.

De Souza afirma que parte del caos estaba generado en buena parte por la adicción a la cocaína de la estrella protagonista, Jean-Claude Van Damme, algo que marcó su actividad en la segunda mitad de los noventa al llegar a consumir diez gramos al día y gastar 10.000 dólares a la semana en la droga durante 1996. A eso se sumaba un desorden bipolar diagnosticado y que llevó a situaciones como la que describe De Souza:

"No podía hablar del tema entonces, pero ya puedo: Jean-Claude iba hasta las cejas y perdió la cabeza. El estudio le había asignado a un cuidador, pero por desgracia, el mismo cuidador era una mala influencia. Jean-Claude estaba indispuesto tan a menudo que había que buscar continuamente tomas alternativas que rodar; había veces que teníamos que esperarle durante horas. En dos ocasiones, los productores le permitieron ir a Hong Kong [la película se rodó en Tailandia], y en ambas ocasiones volvió más tarde de lo previsto. Los lunes, directamente, no estaba localizable."

 

Keith Heygate, ayudante del director de segunda unidad, recuerda más problemas con el comportamiento conflictivo de Van Damme:

"Una vez estaba en su caravana muy cabreado, y mi ayudante no podía convencerlo para que saliera, ni tampoco yo era capaz. Tuve que llamar al productor, Chad Rosen, para que lo sacara, y acabó saliendo con una botella de champán. Le dije que la botella iba en contra de la seguridad y salubridad del rodaje, y desde ese momento me odió".

Roshan Seth, que daba vida a Dhalsim remata el retrato diciendo que "A veces no se presentaba en el rodaje, pero enviaba un mensaje que decía '¡Necesito inflar los músculos!', y eso era todo".

No fue el único problema de la película, que De Souza reconoce que no salió tan bien como estaba previsto porque Capcom, en un movimiento imprevisto, decidió invertir parte de los 30 millones de dólares de presupuesto en contratar estrellas como Van Damme, Kylie Minogue o Raúl Julia, antes que en un entrenamiento de artes marciales. El resultado: una película de peleas sin peleas, destaca Espinof. 

El rodaje se completó con caos en abundancia: de la necesidad de reducir el róster de personajes de los 19 originales del arcade a los problemas con el coreógrafo -el mítico Benny 'The Jet' Urquídez-, que no sabía que en el videojuego cada luchador tenía un estilo propio, pasando por los problemas con el clima de Tailandia.

cine, jean-calude van damme, cocaina,