Encuentran la cura a la parálisis cerebral

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Tras sufrir un derrame en su tallo cerebral, a una paciente de 40 años se le paralizó por completo el lado derecho del cuerpo y el izquierdo tuvo pérdida parcial de movimiento. Recuperar la estabilidad corporal era improbable. 

Un neurólogo colombiano Gabriel Augusto Castillo desarrolló un novedoso tratamiento basado en estimulación electromagnética que le permitió a la mujer volver a moverse; y que promete ser el inicio de un gran avance científico en el mundo.

La causa de la parálisis corporal -describió Castillo– está en el cerebro, aunque su consecuencia se manifiesta sobre los músculos. Por eso, creó un tratamiento dirigido al cerebro, con la idea de mejorar las funciones neuronales que activan los músculos encargados de la estabilidad del cuerpo, conocido también como control postural, que "es la base de todo movimiento y corresponde a las adquisiciones de todo niño durante el primer año de vida, el cual le permite levantar la cabeza, sentarse y pararse".

El objetivo de Castillo es que los pacientes con parálisis parcial de cuerpo puedan recuperar de manera importante sus movimientos. Y parece que lo ha logrado, con la creación de un método basado en ondas electromagnéticas que permitiría mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades como trombosis, esclerosis múltiple y parkinson.

 

La estimulación magnética es un procedimiento en el cual se aplica un pulso magnético que atraviesa el cráneo y llega a la corteza cerebral, que es el sitio del cerebro donde se aloja el mayor número de neuronas, de forma que produce modificaciones para intentar recuperar la función cerebral anormal, según explicó el doctor Castillo a Infobae. Hace más de 20 años se sabe que este es un método no invasivo por excelencia para tratamientos de enfermedades neurológicas y psiquiátricas refractarias.

El procedimiento neurofisiológico puede ser aplicado en cualquier área de la corteza cerebral. Consiste en colocar un bobina sobre el cuero cabelludo del paciente, "que administra un pulso magnético que atraviesa el cráneo y se convierte en impulso eléctrico que estimula las neuronas". Las nuevas tecnologías permiten que esas ondas lleguen hasta el hueso, para modificar la corteza cerebral.

Para comprobar esto, Castillo realizó una serie de estudios y pruebas en dos protocolos que ya han sido aprobados por la comunidad científica, y que como resultado de todo ese procedimiento permite activar los músculos encargados de la estabilidad o control postural, una función muscular indispensable, devolviendo a los pacientes su capacidad de realizar movimientos voluntarios. Y hasta el momento no existía en el mundo un tratamiento al respecto.

Así -explicó- la estimulación magnética repetitiva puede modificar la respuesta neuronal del cerebro encargada del movimiento y activar los músculos de las extremidades superiores e inferiores. Eso fue, justamente, lo que hizo con la paciente que se atendía en el hospital John's Hopkins de Baltimore, Estados Unidos.