Datos perdidos de la NASA salen a la luz sobre el cambio climático en la Luna

Luego del primer viaje a la Luna en 1969 surgió una pregunta que no había tenido respuesta. Es que la temperatura del satélite aumentó en dos grados celsius luego de la visita de los astronautas. ¿Cómo es que una estancia tan corta en el lugar podía afectar tanto a la Luna? Todavía no había forma de saberlo, pero ahora con los datos originales originales de los astronautas de los 70 podemos saberlo.

Un análisis de los datos previos

El estudio fue llevado a cabo por el científico Seiichi Nagihara de la Universidad de Texas. A la hora de analizar el problema se encontró con el hecho de que cientos de las cintas de astronautas de los años 70 estaban perdidas debido a problemas de almacenamiento. Esta historia sobre grabaciones perdidas es familiar, pero podría ser la única respuesta al calentamiento de la Luna.

Por suerte para los investigadores, pudieron recuperar y restaurar más de 400 cintas que estaban perdidas y alguna información almacenada en el Instituto Lunar y Planetario. Gracias a ellas obtuvieron los datos de temperatura de la Luna, así como otras importantes apreciaciones de los astronautas. La hipótesis que tienen es en realidad muy lógica, aunque suene absurda: los astronautas levantaron demasiado polvo. La investigación se publicó en el Journal of Geophysical Research: Planets.

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Explicación de la hipótesis
Cuando los astronautas caminaban por la superficie lunar trasportaban polvo, quedando pegado en el traje o simplemente dejando rastros por donde pasaban. Incluso puede verse a simple vista el camino que dejan a su paso. Lo que se ve por debajo del polvo lunar es un suelo más oscuro que probablemente no había visto la luz hacía millones de años. Esa superficie absorbe más el calor y en solamente seis años obtuvo suficiente radiación solar como para aumentar la temperatura de la Luna.

Los rastros son más visibles donde se realizó el alunizaje y se instalaron los instrumentos de medición. Además, el aumento de la temperatura es mayor en la superficie, por lo que el calentamiento comienza desde allí y no desde el interior de la Luna. Es posible que las mediciones se hayan visto entonces, además, afectadas por la propia incidencia humana.

Los científicos están seguros de que esto no pasaría en Marte, debido a su atmósfera. Sin embargo, sí deberá pensarse mucho más la participación del hombre en la Luna y en otros lugares a explorar.