¿Cocodrilos con aletas de delfín? Especie deja atónitos a investigadores

fosil

Un equipo internacional de paleontólogos ha descubierto que un fósil de hace 180 millones de años hallado en el noroeste de Hungría en 1996 y almacenado en el Museo de Budapest perteneció a una insólita especie desconocida hasta ahora y que se asemeja a un cocodrilo con rasgos de delfín

Según Phys.org, que recoge los resultados del estudio, el nuevo descubrimiento permite arrojar luz sobre cómo los antiguos cocodrilos evolucionaron hasta asemejarse a criaturas parecidas a delfines. En particular, los investigadores suponen que la especie, que ha sido bautizada como Magyarosuchus fitosi, viene a ser un eslabón perdido en el árbol genealógico de los cocodrilos. 

La criatura vivió en la era Jurásica y fue uno de los mayores depredadores costeros de aquel tiempo. Según el estudio, en aquel entonces había dos grandes grupos de cocodrilos prehistóricos. Los representantes del primer grupo tenían una coraza y patas para caminar por la tierra, mientras que otros, sin coraza, estaban provistos de aletas.

Sin embargo, la especie recién descubierta reunía rasgos tanto del primer como del segundo grupo. La criatura contaba con aletas caudales y coraza, lo que hace pensar a los investigadores que este tipo de cocodrilo representa un eslabón perdido entre los dos grupos. Además, los paleontólogos indican que el animal tenía dientes de gran tamaño y medía casi cinco metros. 

 

Por otro lado, los restos fósiles de una paloma encontrados en la Isla Sur de Nueva Zelanda señalan que esta ave estuvo emparentada con el extinto pájaro dodo, publican hoy fuentes académicas.

Los investigadores hallaron los huesos del ala y de la cintura pectoral de un espécimen de paloma de Zelandia (Deliaphaps zealandiensis) en la región Otago de la Isla Sur, apunta un comunicado de prensa del Museo Canterbury de Nueva Zelanda.