Murió autocomplaciéndose. Se viraliza imagen de hombre petrificado

La imagen de una de las víctimas de la catástrofe de Pompeya de hace casi 2.000 años ha cobrado popularidad en la Red, pero no por motivos arqueológicos o históricos. Se trata de un hombre que quedó petrificado durante la erupción del Monte Vesubio en una posición que —a ojos de los internautas— evidencia que se estaba masturbando al momento de su muerte.

 

La fotografía, que muestra al hombre recostado en el suelo y con su mano derecha en la entrepierna, fue compartida por el profesor Massimo Osanna, director del Parque Arqueológico de Pompeya, en la cuenta de Instagram del centro. Una vez que alcanzó la Internet, miles de usuarios de redes sociales comenzaron a especular acerca de los últimos instantes de vida del sujeto.

"Murió sosteniendo a sus seres queridos", escribió una internauta. "Esto es a lo que llaman gozar hasta el último momento", comentó otro. 

Sin embargo, el vulcanólogo y experto en esta catástrofe, Pier Paolo Petrone, ha aclarado lo que realmente habría sucedido.

"El individuo en la fotografía murió por la oleada piroclástica caliente (una nube de gas caliente y ceniza que mató a la mayor parte de la población que vivía entonces alrededor del Vesubio)" explica el vulcanólogo para The Daily Dot, agregando que ambos brazos y piernas se flexionaron de esa forma "después de su muerte" debido al calor.

 

Entre otros temas acerca de esto en el año 79 d.C., una virulenta erupción del volcán Vesubio (situado a unos nueve kilómetros de distancia de la ciudad italiana de Nápoles) puso fin a la antigua ciudad romana de Pompeya.

Una de las imágenes más icónicas del lugar es la de los cuerpos de dos personas abrazadas fosilizadas por la lava, conocidas popularmente como "los amantes de Pompeya". Hasta ahora, se pensaba que se trataba de dos mujeres o de una pareja heterosexual, pero los científicos acaban de descubrir que, en realidad, eran dos hombres, reseña el diario 'Il Mattino'.

Un grupo de investigadores italianos ha determinado que se trata de dos hombres de 20 y 18 años de edad y que no eran parientes, hermanos o padre e hijo. Durante la investigación, los científicos realizaron análisis de ADN de dientes y fragmentos de hueso de los restos petrificados y también tomografías axiales computarizadas. 

"Cuando lo descubrimos, uno de los académicos sugirió maliciosamente que los dos podrían haber estado vinculados por lazos sentimentales. Pero se trata de una hipótesis que nunca podremos verificar", declaró el líder del equipo investigador, Stefano Vanacore. Por su parte, el gerente general de la Superintendencia de Pompeya, el profesor Massimo Osanna, aseguró que "Pompeya nunca deja de sorprender".