Hace 15 años Hideki Matsui dio su paso a las Grandes Ligas

Pocos jugadores de los Yankees en el Siglo 21 han sido tan populares como el ex jardinero Hideki Matsui y también son pocos los que llegaron a Nueva York con mayores expectativas. Esto se debe a que Matsui no fue un novato cualquiera en el 2003 — ya era una superestrella en Japón.

Durante su carrera en la pelota japonesa, Matsui ganó tres premios al Jugador Más Valioso y sacudió 332 cuadrangulares para ameritarse el apodo "Godzila", tras ayudar a Yomiuri Giants a ganar tres títulos. Claramente estaba listo para un nuevo reto antes de cumplir los 29 años de edad.

Después de la campaña del 2002, Matsui anunció que buscaría jugar en los Estados Unidos. Según un informe del periódico New York Times, varios equipos expresaron interés en el cañonero, principalmente los Mets, Dodgers, Medias Rojas y Orioles.

Sin embargo, los Yankees estaban decididos a agregar a otra estrella a su roster y Matsui les llamaba mucho la atención. Ambas partes llegaron a un acuerdo y el 19 de diciembre del 2002, Matsui firmó por tres años y US$21 millones con los Bombarderos. Un mes después, los Yankees presentaron al toletero vistiendo el uniforme rayado.

Matsui después reveló que los Bombarderos eran su primera alternativa y que estaba listo para llegar a la gloria de la postemporada. "Haré todo lo posible por ayudar a los Yankees a ganar un campeonato", dijo.

El toletero no tardó en causar una gran impresión entre sus nuevos aficionados: En su primer partido en el Yankee Stadium, pegó un Grand Slam contra los Mellizos.

Matsui participó en el Juego de Estrellas y terminó segundo en las votaciones para el premio al Novato del Año de la Liga Americana. También se convirtió en el primer japonés en volarse la cerca en una Serie Mundial.

Nueva York perdió el Clásico de Otoño del 2003 contra los Marlins, pero cuando Matsui regresó al gran escenario de octubre seis años después, no dejó escapar la oportunidad de dar la cara. Pegó tres jonrones en la serie contra los Filis y empujó seis carreras en el decisivo Juego 6, para llevarse el premio al Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y guiar a los Yankees a su 27ma corona.