Entre el dolor y la esperanza: las secuelas del derrumbe en discoteca de República Dominicana

Foto: Secuelas irreparables tras desplome de discoteca en Santo Domingo
Foto: Secuelas irreparables tras desplome de discoteca en Santo Domingo

Un mes después del trágico colapso del techo de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, República Dominicana; los sobrevivientes luchan por rehacer sus vidas. La tragedia dejó 233 muertos, incluyendo figuras como el merenguero Rubby Pérez y los exbeisbolistas Octavio Dotel y Tony Blanco.

En medio del dolor, 38 demandas han sido presentadas por víctimas y familiares contra los propietarios del club. Las autoridades continúan las investigaciones, aunque no han dado a conocer resultados concluyentes. El dueño del establecimiento, Antonio Espaillat, ha declarado estar dispuesto a colaborar.

Entre las historias más conmovedoras está la de Jeniré Mena, diseñadora venezolana de 40 años, quien estuvo atrapada cinco horas bajo los escombros. Fue al lugar para celebrar su cumpleaños y hoy enfrenta una compleja rehabilitación: tiene la médula espinal inflamada, fracturas y lesiones múltiples. «No sentía las piernas. Empecé a moverlas al tercer día», recuerda.

Ya en casa y con ayuda de una andadera, Jeniré asiste a fisioterapia tres veces por semana. Aunque el dolor persiste, busca volver a trabajar en el mundo del cine y la televisión. «Mis amigos y familiares me han apoyado, pero yo necesito trabajar. Mi trabajo depende de mis piernas y de mis manos»; afirma, sin descartar sumarse a las demandas.

Una tragedia continua para República Dominicana

Por otro lado, Carmen Guante, obstetra de 62 años, enfrenta secuelas psicológicas. «No puedo dormir, oigo voces cuando trato de conciliar el sueño», confiesa.

Asegura que logró salir minutos antes del colapso, lo que probablemente le salvó la vida. Pese a haber sufrido golpes leves, su lucha es emocional: recibe tratamiento psicológico y medicación. «Me dicen que renací», relata, apoyada por su familia.

Mientras flores y velones siguen adornando las ruinas de la discoteca en Santo Domingo, República Dominicana; convertida en un memorial improvisado, los sobrevivientes buscan justicia, pero también alivio. Las heridas no solo son físicas, también son profundas marcas en el alma.

Foto: Secuelas irreparables tras desplome de discoteca en Santo Domingo, República Dominicana
Foto: Secuelas irreparables tras desplome de discoteca en Santo Domingo, República Dominicana