Captan nueva agresión de policías de Tulum contra ciudadano

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Elementos de la Policía del municipio de Tulum, en el estado mexicano de Quintana Roo, fueron grabados mientras cometían una nueva agresión durante el arresto de un ciudadano. Se trata de la misma corporación responsable del brutal asesinato de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, ocurrido hace casi dos semanas. 

En el video, difundido en redes sociales, se observa el momento en que dos policías —un hombre y una mujer— detienen y someten a un joven en plena calle de Tulum.

Aunque el sujeto se encuentra esposado y no opone resistencia, los uniformados lo suben con fuerza desmedida a la parte trasera de la camioneta, con matrícula número 12233, donde un policía comienza a golpearlo

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"Ahí está, [vemos] cómo el policía le está pegando. Estamos viendo claramente cómo lo está golpeando el oficial", dice el hombre que grabó la brutal detención

Por su parte, la Fiscalía General de Quintana Roo informó este viernes sobre el inicio de una investigación contra policías de Tulum, "tras conocer un material de video en el que se observa que golpean a una persona". 

En su cuenta de Twitter, la dependencia detalló que indagará el "abuso de autoridad" y "lo que resulte" de la investigación. 

Conmoción por asesinato

El pasado 3 de abril, un juez dictó prisión preventiva contra cuatro agentes policiales de Tulum —Miguel C., Juan C., Raúl L. y Verónica V.— por su responsabilidad en el asesinato de Victoria Salazar, una migrante salvadoreña de 36 años que fue detenida y brutalmente golpeada por los oficiales la tarde del sábado 27 de marzo. 

Testigos grabaron cómo los oficiales tiraron a Salazar al piso, la pusieron boca abajo y la esposaron. En el video se observa que la mujer pide ayuda porque tiene dificultades para respirar, pero un agente le impide moverse, colocándole una pierna en el cuello hasta que la víctima queda inmóvil. 

La necropsia concluyó que la causa de muerte de Salazar fue una "fractura en la parte superior de la columna vertebral, producida por la ruptura de la primera y segunda vértebra", como consecuencia de las "maniobras de sometimiento que se le aplicaron a la víctima durante el proceso de su detención y antes de fallecer".

El asesinato generó una ola de indignación en México y El Salvador, así como un intenso debate sobre la falta de protocolos para regular el uso de la fuerza y evitar violaciones a los derechos humanos por parte de las instituciones de seguridad en el país.