Exigen justicia en Honduras por la muerte de la estudiante Keyla Martínez

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Tegucigalpa – La trágica muerte de Keyla Patricia Martínez Rodríguez (26), una estudiante de enfermería, en una celda policial, demanda acciones aleccionadoras para desentrañar el caso que involucra a la institución policial hondureña.

El caso ha levantado una indignación colectiva y en Intibucá y en La Esperanza donde la gente ha salido a las calles a protestar pese a que han sido repelidos con gases lacrimógenos.

La jovencita, según versión de los policías, se suicidó dentro de la celda a la que fue confinada luego de ser detenida por supuestamente protagonizar escándalo en la vía pública, andar en estado de ebriedad junto a un médico y violentado el toque de queda ya que fue requerida a las 11:45 de la noche del sábado 6 de febrero.

 

La versión del presunto suicidio no es avalada por la familia y amigos de Keyla, quienes aseguran en el mismo hubo mano criminal, por lo que exigen que los resultados de la autopsia sean entregados los más pronto posible para conocer en qué condiciones murió su pariente.

De acuerdo con el reporte médico de la Secretaría de Salud, a través del centro asistencial donde fue trasladada la joven, la estudiante ingresó a la sala de emergencias a las 2:55 de la madrugada del día 7 de febrero, traída por la Policía, pero ella ingresó al hospital ya fallecida.

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Familiares, amigos y conocidos de Keyla Patricia han protestado en la localidad de La Esperanza para demandar justicia y que los supuestos responsables sean castigados. En esa zona del país se han protagonizado enfrentamiento entre civiles y policías. Al final del lunes el ambiente seguía agitado y las protestas se mantenían activas mientras las fuerzas del orden reforzaban hasta con equipo especial los resguardos.

Nancy Martínez, hermana de la malograda joven, rechazó las versiones de la Policía y expresó: “Cómo voy a creer lo que digan ellos, si ellos son los asesinos, los culpables. Les pedí pruebas, les pedí fotos y no tomaron fotos, hicieron el levantamiento del cuerpo en forma arbitraria, incluso no respetaron ni eso, que ella estaba muerta”.

 

Agregó que todos los elementos policiales asignados en la posta policial de La Esperanza son sospechosos de la muerte de su hermana. “Todos están encubriendo el asesinato”, apuntó.

Yo les voy a decir algo a todos esos cerdos que trabajan en esa posta policial, que la van a pagar y la van a pagar muy caro porque el asesinato de mi hermano no se va a quedar impune, lo van a pagar malditos asquerosos, los odio”, externó suelta en llanto.

Externó que “la seguridad humana no puede estar en manos de unos asesinos”.

 

Diferentes organismos defensores de derechos humanos han coincidido que en este caso específico debe haber una investigación imparcial para no tergiversar ni contaminar lo ocurrido la noche del pasado sábado.

Un equipo especial de la Fiscalía, así como otro de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), llevan a cabo las diligencias para ofrecer prontos resultados. También se está a la espera de la autopsia médico-legal.

Manipulación de pruebas

 

Expertos conocedores del tema de violencia aseguraron a Proceso Digital que en el hecho pudo haber manipulación de pruebas, al tiempo que afirman la prueba científica será fundamental para desentramar el suceso que de nuevo expone a la institución encargada del orden público.