Protestan contra Gobierno de facto de Bolivia por crisis sanitaria

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Personal de la salud y vecinos de varias ciudades de Bolivia protestaron por la situación en la cual se encuentran las instituciones hospitalarias para enfrentar la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de la COVID-19, en el marco de la inoperancia del Gobierno de facto para atender la crisis.

Las manifestaciones se produjeron en localidades como El Alto y Yapacaní, territorio ubicado en el departamento de Santa Cruz, al oriente de La Paz. En este último la policía realizó detenciones bajo el argumento de “propagación del coronavirus”.

 

Por su parte, en el departamento de La Paz, médicos del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes) acudieron a las oficinas del Servicio Departamental de Salud (Sedes, La Paz) para rechazar la intervención de la institución anunciada por el Ministerio de Salud este martes. Al menos 10 trabajadores del Sedes iniciaron una huelga de hambre en repudio a la decisión ejecutiva.

 

Por su parte, en el departamento de La Paz, médicos del Sindicato de Ramas Médicas de Salud (Sirmes) acudieron a las oficinas del Servicio Departamental de Salud (Sedes, La Paz) para rechazar la intervención de la institución anunciada por el Ministerio de Salud este martes.

Al menos 10 trabajadores del Sedes iniciaron una huelga de hambre en repudio a la decisión ejecutiva.

¿Qué exigen los manifestantes? 

Los manifestantes denuncian el abandono de las autoridades, que se manifiesta en la falta de infraestructura, insumos y otros materiales.

La situación más compleja tuvo lugar en el Hospital del Tórax de La Paz, donde se suspendió la atención a los pacientes debido a que parte del personal se contagió y afirman que carecen de las condiciones para trabajar.

“(El centro médico) cierra sus puertas hasta que las condiciones sean óptimas para garantizar a nuestro personal y a los pacientes que acuden para ser atendidos. Deben existir las condiciones sólidas”, dijo el director del hospital, Edgar Pozo.

Reclaman también el pago de sueldos atrasados, la necesidad de personal y la dotación alimentaria para el personal de salud. En instituciones como el Hospital del Tórax de La Paz se suspendió la atención debido al contagio con COVID-19 de una parte del personal.

 

Las críticas al ejecutivo contrastan con las declaraciones de la presidenta de facto de Bolivia Jeanine Áñez, quien asegura que hace esfuerzos para responder a la crisis.

En medio de acusaciones al gobierno por utilizar la pandemia como escenario para consolidar su poder y reprimir a los rivales políticos, funcionarios del ejecutivo responsabilizan a la población por morir en las calles.

Este martes el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, expresó que estos fallecimientos sucedían porque las personas están “esperando hasta el último momento” para ir al hospital.

Las declaraciones fueron emitidas a partir de la circulación de imágenes que muestran cuerpos sin vida en las calles de La Paz y Cochabamba.

 

El criterio de los especialistas y trabajadores de la salud señala como causa de las muertes el colapso del sistema hospitalario y la falta de insumos de bioseguridad.

 

El jefe de Vigilancia Epidemiológica del Sedes de Cochabamba, Rubén Castillo, manifestó que las camas de las unidades de cuidados intensivos están cubiertas en su totalidad.

Según las cifras de la Universidad Johns Hopkins, Bolivia registra hasta la fecha 19.883 casos confirmados de COVID-19 y 659 muertes. Desde el 11 de junio se reportan más de 600 casos positivos diarios en el país, informó Telesur.