Feminicidio en Argentina: fue enterrada viva con un hacha en la cabeza

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Elizabeth Quilogran fue reportada como desaparecida el martes, el miércoles su cuerpo fue encontrado semienterrado en la localidad de Ascensión, localidad del partido de General Arenales, provincia de Argentina.

El cadáver tenía heridas en la cabeza y una a la altura del cuello hechos con un hacha, también golpes de puño en el rostro y cuerpo. La autopsia mostró que tenía tierra en sus pulmones, por ello se cree que aún estaba viva cuando fue enterrada.

Por su asesinato han capturado a Ramón Horacio Báez, esposo de ella y padre de sus tres hijos. Él confesó haberla matado. Está siendo procesado por el delito de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y mediar violencia de género”, según la información proporcionada por el fiscal Sergio Terrón, de la Unidad Funcional de Instrucción.

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Las investigaciones revelaron que Báez tenía antecedentes de violencia doméstica, fue denunciado en 2007 por una expareja. Sin embargo, en los 10 años que Quilogran estuvo con él nunca lo denunció.

Después que fue denunciada como desaparecida, la Policía entrevistó a Báez y dijo que tampoco sabía nada de ella desde la tarde del martes que salió a caminar como solía hacerlo.

 

Rastreo

Báez dijo que había intentado llamarla, pero que ella no contestaba. Los investigadores de la Dirección Departamental de Investigaciones y de la Policía Rural, junto a personal de la comisaría de la Mujer de General Arenales, analizaron la activación de la antena del celular, entrevistaron a vecinos y recorrieron los caminos rurales que llevaba a la casa de la víctima.

Mientras se hacía la búsqueda, Báez confesó que la había matado e indicó el lugar donde fue enterrada, los investigadores no esperaban que fuera el mismo patio de su casa.

Después de cavar con una pala en el lugar indicado por el feminicida encontraron a la víctima enterrada, boca abajo, semidesnuda. En la casa se encontró el hacha con la que se presume se cometió el brutal feminicidio.

La carta a un feminicida

Micaela Rosende, hermana de la víctima, publicó en su perfil de Facebook una carta dirigida al feminicida: “Cómo pudiste hacerle eso a mi hermana, enfermo, cómo pudiste llamar anoche (por el martes a la noche) a mí mamá diciendo que estabas destrozado Elizabeth cuando ya la habías asesinado. Ojalá pagues por lo que hiciste. Nos mataste. Nos arruinaste la vida. Ni siquiera en mis sobrinos pensaste”, concluyó.

El feminicidio de Quilogran es el número 66 reportado en lo que va de 2020 en el país y el 32 desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno Nacional por el coronavirus.