Queda en libertad feminicida que mató a su novia de 113 puñaladas

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Carolina Aló tenía 17 años cuando su novio Fabián Tablado, le pidió que tuvieran un hijo. Estaban solos, en una casa en las afueras de Buenos Aires. Pero ella se negó. Y la respuesta de su pareja fue asesinarla con 113 puñaladas.

El crimen ocurrió el 27 de mayo de 1996. Faltaban muchos años para que la marea feminista se impusiera en la agenda pública y, sobre todo, para que el Código Penal se reformara, reconociera el femicidio como agravante del homicidio y lo sancionara con reclusión perpetua.

Por eso el asesino solo fue condenado a la pena máxima por homicidio, que es de 24 años. También por ello hoy pudo quedar en libertad en medio del repudio de los colectivos que preparan la marcha masiva del Día Internacional de las Mujeres, del 8 de Marzo.

 

"Siempre me pregunto por qué la maté", dijo el femicida ante los periodistas que lo rodearon al salir de prisión, "no hay un día en que no piense en pedir perdón, nunca voy a haber pagado lo que hice".

 

El crimen de Aló fue emblemático. La saña de Tablado conmocionó a la sociedad argentina, tanto como su justificación. "Mantuvimos relaciones, en el final yo decido tener un hijo. Ella me rechaza, me empuja y me dice: 'pará, ¿qué hacés, estás loco?'. Y yo sentí un rechazo muy fuerte de ella ahí, y no sé, mucho dolor, mucho sufrimiento", explicó poco después en una entrevista.

Tablado no aceptó un "no" como respuesta. Y la mató.

 

Ya en prisión, el femicida inició una relación con Roxana Villarejo, una menor de edad que le mandaba cartas como tantas otras mujeres. Esperaron a que ella cumpliera 18 años para que pudiera visitarlo. En 2008 se casaron y, un año más tarde, tuvieron dos mellizas. La justicia le autorizó a Tablado salidas transitorias, lo que le permitió vivir con su familia. Pero la mujer lo denunció por amenazas y en 2017 un tribunal le impuso dos años y medio más que se acumularon a la condena por el asesinato de Aló.

Esto implica que debería haber salido en agosto de 2022, pero fue beneficiado con su libertad anticipada gracias a una vieja y ya derogada ley que permitía acortar penas debido al tiempo que pasó detenido sin ser condenado.

Una relación posterior y las amenazas

 

La última causa judicial detalla las intimidaciones que le hizo a su esposa: "Te voy a tocar donde más te duele", "va a ser tanto el dolor que hasta el último día vas a estar agonizando acordándote de mis palabras", "ni se te ocurra armar tu vida con otro tipo", "a tu amante lo voy a abrir, le voy a sacar el corazón y me lo voy a comer adelante suyo". Las amenazas se extendieron a su suegra: "Te voy a cortar en pedazos a vos también".

Con la salida de Tablado de prisión, Villarejo, su madre y las mellizas podrían estar en riesgo, por lo que la justicia ya les otorgó una restricción que le impide acercarse a ellas.

Los peritos que evaluaron al asesino previo a su liberación dictaminaron que no está en condiciones de ejercer su responsabilidad parental, aunque consideraron que no presenta trastornos psicóticos y que sus facultades mentales están enmarcadas en los parámetros de "normalidad".

 

Edgardo Aló, padre de Carolina, ya se previno. Indignado, tramitó ante la justicia una orden de restricción perimetral para que el asesino no pueda acercarse a la familia de su víctima.

"Es un sicópata", dijo en una entrevista con la Agencia Télam, "va a ir a atacar a su ex mujer, va a tener otra muerte. Ahí es donde yo voy a atacar a todos los jueces que intervinieron en la causa, y no excluyo a los peritos psicológicos y psiquiátricos, que no hayan hecho nada para mantener encarcelado a este chacal", informó RT.